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El tiempo que empleas en atacar a una persona con argumentos falaces, puedes mucho más inteligentemente emplearlo en atacar a esa persona con argumentos racionales que demuestren en qué está equivocada esa persona, o en ponerle un ignore a esa persona.
La información que nos llega de la Generación Z es muy importante también para las empresas ya que estas personas están aterrizando de lleno en el mercado laboral con nuevas normas de juego y conocer bien a la gente es la forma de conseguir retener talento. Y hay un tema que preocupa a las empresas: retener a una persona joven no es fácil. Si no se sienten bien tratados, se van, no se fidelizan.
Ahora va a resultar que si los hijos han sido hechos nacer en la pobreza o la precariedad ha sido porque ellos, los hijos, lo han querido, y los padres pobres tienen que cargar con esa decisión de los hijos. Pobrecitos los padres pobres, qué buenos padres y qué buenas personas son, que tienen que cargar encima con hijos que les han obligado a hacerles nacer.
#6 No sé. No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
#1 La lealtad es una calle de dos sentidos. Si no funciona en un sentido, no debe funcionar en el otro.
Las empresas tampoco se mantienen "leales" a los trabajadores: si te tienen que despedir por dinero y contratar a otro, lo hacen sin miramientos.
"Que tú, trabajador, bases tus decisiones en el dinero, es horrible; pero que yo, capitalista, base mis decisiones en el dinero, es estupendo y justificadísimo".
#1 Esto me recuerda a una anécdota personal cuando me contrataron en el trabajo en el que estoy ahora, hace ya unos cuantos años. Obviamente, estaba en varios procesos simultáneos, aunque el que más me convencía con diferencia es el de mi actual empresa. Una hora después de llamarme para decirme que había sido la candidata elegida, me llamó la reclutadora de otra empresa para decirme lo mismo, y mi respuesta fue que lo sentía pero que ya no estaba disponible porque me iba a incorporar en otro lado.
Pues la tipa me dice indignadísima que les tenía que haber avisado, que eso era un trastorno para ellos porque les cambiaba los planes y no sé qué más. Después de dejarla rajar le pregunté: "A cuántos de los candidatos a los que después de la entrevista les dijisteis que ya contactaríais con ellos habéis llamado?"
"Muchas gracias, adiós."
Y eso fue todo. El compromiso es algo bidireccional, sino es otra cosa.
#21 Entro en estas noticias para leer estas anécdotas personales. Gracias por compartirla.
No sé. No debe parecerles a los jóvenes proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los jóvenes proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
Compromís ha anunciado que si el gobierno municipal de María José Catalá aprueba el encierro taurino infantil simulado –con carretones en forma de toro– en el centro de València, que ha propuesto el vicepresidente del gobierno valenciano Vicente Barrera en la Junta Municipal de Distrito de Ciutat Vella, los valencianistas denunciarán el acto al Defensor del Menor de España, una figura que se integra en las funciones del Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo.
No sé. No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
A seguir defendiendo como un derecho el poder hacer nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, porque es importante que las huelgas y las protestas no decaigan, y así vuestras proles seguirán haciendo huelgas y protestando en el futuro.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole.
No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
No sé. A mí lo que me parece es que, si nos atenemos a los altos estándares éticos e intelectuales de Menéame, esta noticia debería ser considerada como aporofóbica, pues al implicar indirectamente que la pobreza es algo malo o negativo, está dejando en mal lugar a todas esas personas, éticas e inteligentes, que, en ejercicio de sus legítimos derechos, consideran que la pobreza y la precariedad son circunstancias estupendas, tan estupendas como para incluso defender como un derecho el poder hacer nacer, y criar, a sus propias proles en ellas.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible?
¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Prohibirles a los pobres tener hijos? ¿Y si los pobres desean ejercer libremente su legítimo derecho de elegir considerar que la pobreza y la precariedad son circunstancias estupendas en las que hacer nacer, y criar, a sus proles? ¿Qué vamos a hacer, quitarles ese derecho progenitor educativo constitucional? ¿Vamos a estar supervisando los criterios progenitores educativos de todo el mundo? ¿Vamos a crear una policía de la moral? No podemos ir tomando a la gente por tonta o por malvada.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
A unos puede parecerles que hacer nacer a sus hijos en la pobreza o la precariedad es estupendo, muy ético y muy cultural; a otros puede parecerles que maltratar animales innecesariamente también es estupendo, muy ético y muy cultural; a otros pueden parecerles que atracar bancos, asesinar personas, o la pornografía infantil también son estupendos y muy éticos y culturales; a cada uno de nosotros pueden parecernos que son estupendas y muy éticas y culturales las cosas que sean; a los legisladores pueden parecerles estupendas y muy éticas y culturales las cosas que sean; estamos en un mundo de diversidad ideológica, mutuo respeto y civismo.
Tan respetable es la persona que no quiere hacer nacer a sus hijos en la pobreza porque está mejor no viendo a sus hijos sufrir la pobreza, como la persona que considera estupendo hacer nacer a sus hijos en la pobreza porque elige considerar que la pobreza es estupenda, o porque quiere pensiones o tiene intereses personales que considere más importantes que el bienestar de sus hijos. Que tú o yo consideremos que la pobreza es horrible para los hijos no quita el derecho a otras personas de considerar lo contrario. Si una persona considera que la pobreza es estupenda y quiere que haya más gente en ella y por eso hace nacer a sus hijos en la pobreza, está en su derecho y no es asunto nuestro.
Además, los pobres ya tienen que sufrir la pobreza. Sería inhumano negarles encima el derecho de ver a sus hijos sufriendo también la pobreza.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
No sé. No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
A seguir defendiendo como un derecho el poder hacer nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, porque es importante que las huelgas y las protestas no decaigan, y así vuestras proles seguirán haciendo huelgas y protestando en el futuro.
No sé. No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
A seguir defendiendo como un derecho el poder hacer nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, para que las huelgas y las protestas no decaigan y vuestras proles sigan haciendo huelgas y protestando en el futuro.
El capitalismo manda; los ricos mandan.
Tanto la derecha como la izquierda son instrumentos de gobierno del capitalismo.
La izquierda, en concreto, lo que hace es repartir la pobreza entre los pobres, e igualar por debajo, para que la riqueza de la cúpula capitalista esté a salvo.
Es la progresividad fiscal: cuanto más rico eres, menos tributas.
Es decir, que en cada elección democrática, los proletarios simplemente eligen si la cúpula capitalista les dará las hostias con la mano derecha o con la mano izquierda.
El capitalismo no existe gracias a los capitalistas, existe gracias a los proletarios.
A seguir votando capitalismo, monarquía y pobreza, con vuestros votos y con vuestras proles.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole.
No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
El 82,5% de las familias que viven de alquiler tienen dificultades para acceder a una hipoteca y comprar un piso.
#1 ¿Hacer algo?
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
Félix, que se ha separado de su mujer, está buscando piso en la capital ibicenca junto a otros dos amigos, pero le está resultando especialmente difícil. Su perfil, de hecho, es el que más dificultades genera a los servicios sociales: una persona que tiene todas las habilidades formativas, culturales y sociales para desarrollarse, pero que, al estar jubilado, tiene su capacidad económica limitada a la renta mensual que cobra, en caso de no disponer de ningún otro patrimonio económico.
No sé. No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
Las rentas por alquiler se han disparado más de un 28% en siete años, según el Banco de España, que aboga por igualar la legislación para grandes y pequeños tenedores
#2 "Cuando el alquiler te hace vulnerable: España es el país europeo donde hay más inquilinos en riesgo de pobreza"
¿Y?
Si a la gente le parece que la pobreza es algo tan estupendo, que hasta se la desean a sus propias proles y por eso defienden como un derecho el poder hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, ¿quiénes somos nosotros para ir diciéndole a la gente cómo tiene que actuar o proceder, o lo que le tiene que gustar o no? No podemos ir tomando a la gente por tonta, que ya somos todos mayorcitos.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
¿"Ya está bien" por qué? Si la gente traga con la precariedad, con la pobreza, con el capitalismo, con la monarquía, y con la explotación fraudulenta, hasta el punto de considerar que todas esas cosas son tan estupendas como para incluso defender como un derecho el poder hacer nacer a sus propias proles en ellas.... pues eso mismo, traga. ¿Quiénes somos nosotros para decirle a la gente lo que debe gustarle y tragar o no? Que ya somos mayorcitos. No podemos ir tomando a la gente por tonta.
#4 "- Papá, si dices que tanto me quieres, ¿por qué me haces nacer en esta chabola de chapa y plástico, entre suciedad, basura, ratas y cucarachas, sin alimentos, sin agua, sin ropa, sin medicinas, sin electricidad, sin gas, sin dinero, sin futuro, estando además en medio de una guerra civil y un genocidio?
- Hijo, es que estamos en medio de una guerra civil, en medio de una hambruna masiva y en medio de un genocidio; había cuestiones más urgentes de las que preocuparme que pararme a pensar si debía o no hacerte nacer en este infierno de miseria. Tu pregunta es, como mínimo, inoportuna. Ahora lo importante es que consigamos alimentos y agua de alguna forma. Ya dejaré de hacer nacer niños en este infierno de miseria más adelante. Además, gracias a que te he hecho nacer en este infierno de miseria, tienes la oportunidad de ejercer tus méritos y prosperar en la vida gracias a ellos, vía meritocracia".
Todo ok con la especie humana. Adelantamos a los animales por debajo.
Ya en el último trimestre de 2023 Andalucía fue una de las dos autonomías que perdió población, aunque aumentó en el conjunto del ejercicio. El crecimiento poblacional (vegetativo) negativo se compensa por la llegada de inmigrantes. Los datos de proyección del INE hablan de que el crecimiento poblacional de Andalucía seguirá en niveles bajos y que durante los próximos 15 años, ganará medio millón de habitantes, hasta alcanzar los nueve millones de andaluces el año 2037.
La valoración de Abascal en la última encuesta del CIS se sitúa en un exiguo 2,81 sobre 10. El cesarismo con que Abascal gobierna Vox se antoja equivalente al deterioro del discurso político, al friquismo que caracteriza a Vox, y a la holgazanería y charlatanería de sus colegas. Y ya no son solo las rencillas internas, la fuga de Olona, la salida de Espinosa de los Monteros, la guerra de clanes o la influencia del ala doctrinal-confesional; es que el rechazo a Vox impide a Feijoo sustituir a Pedro Sánchez en el Gobierno.
"La pobreza infantil es, desgraciadamente, un fenómeno estructural. Necesitamos un plan de choque más contundente para erradicarla. Por eso proponemos un pacto de Estado. El tema de la pobreza infantil es de la suficiente gravedad como para que seamos responsables y nos hagamos cargo."
"Mañana es 14 de abril, aniversario de la proclamación de nuestra Segunda República. Recordarlo noventa y tres años después nos da la ocasión de celebrar el triunfo de los valores republicanos en la España constituida en forma de monarquía parlamentaria, una institución cuyo mantenimiento nos cuesta 8,4 millones de euros al año, bastante menos que los 14 millones del programa de Broncano en TVE" ...
Se titulará 'Bridget Jones: Mad About The Boy' y está prevista que llegue a los cines a mediados de febrero del año que viene. Por cierto, mucha CGI va a hacer falta para arreglarle a Renée Zellweger las cirugías "estéticas" que se ha hecho y hacerla parecer otra vez la "Bridget Jones" gordita y molona del pasado.
Felipe Juan Froilán fue uno de los 500 invitados a la llamada 'boda del año', la que protagonizaron este sábado José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo. Sin embargo, tal y como cuenta este domingo Socialité, en cuanto pudo el joven se escapó del evento y aprovechó su visita al Reino de España "para recordar viejos tiempos". Así, el nieto del rey emérito acudió a una famosa discoteca de Madrid, para después acabar la noche en un after.
El exviceconsejero de Salud de Andalucía ficha por Asisa, a la que benefició con un contrato a dedo por 44 millones. Quirón, compañía con grandes contratos la Comunidad de Madrid, cuadruplica los pagos al novio de Ayuso. Y eso que el PP tiene un Código Ético, cuyo primer "principio" es que sus cargos observarán la máxima exigencia en su desempeño y se abstendrán incluso de conductas legales que puedan dañar la honorabilidad del partido. Por lo visto, no ha nacido la conducta que pueda dañar la honorabilidad del PP. Imagínenlos sin Código Ético.
El nivel socioeconómico de los padres marca la carrera que eligen sus hijos, su desempeño académico, si pueden matricularse en otra ciudad y hasta si lo hacen a tiempo parcial. Como gran parte de la desigualdad, la que afecta a los universitarios españoles es principalmente heredada: viene de sus padres. Los perfiles familiares altos tienen un mejor rendimiento académico, mientras que la tasa de abandono es superior entre los perfiles familiares bajos.
Sumar ha denunciado que el modelo policial del PNV "criminaliza" a los manteros y le ha advertido de que "se está equivocando" porque, según ha indicado el portavoz de la coalición en el Congreso Iñigo Errejón, "la guerra es contra la pobreza, no es contra los pobres". Errejón ha apoyado este viernes a la candidata de Sumar a lehendakari, Alba García, en un acto en Bilbao.
Agamia es no desear tener pareja. Se diferencia de la soltería en que un soltero puede desear tener pareja, pero una persona ágama no desea tener pareja. Es como una soltería deseada. La agamia tampoco implica no querer tener sexo, implica no querer tener pareja de manera estable. Según el INE, desde el año 2021 cada vez hay más personas solteras, que afrontan su vida sin pareja.
La Mesa del Parlamento de Andalucía acordó por unanimidad la subida de la asignación mensual que perciben los cinco grupos de la Cámara andaluza a partir de hoy mismo. El aumento es superior al 18%, poco menos que el decidido a principios de año para más de un centenar de altos cargos incluido el presidente de la Junta de Andalucía. A partir hoy, la cantidad que percibirán los grupos popular, socialista, Vox, Por Andalucía y Adelante, superará el millón de euros mensuales.
La pornografía ‘mainstream’ se coló en su imaginario siendo menores de edad y destrozó su sexualidad. "A Marc, de 26 años, le cuesta hablar del impacto que ha tenido el porno en su vida. Es difícil: “No puedo tener una erección con chicas en la vida real. Mi relación con mi novia de 2 años se acabó por eso. Nos acercábamos, nos quitábamos la ropa, nos podíamos tocar y todo lo que previamente se puede hacer, y se generaba mucha excitación. Pero, a la que llegaba el momento de la penetración, automáticamente desaparecía la posibilidad" ".
El Ministerio de Defensa ha expedientado y suspendido al capitán que ordenó el ejercicio en el que murieron dos soldados en Cerro Muriano en diciembre pasado, según ha informado en un comunicado el abogado de los familiares de uno de los militares fallecidos.
El inmigrante pobre entró en la farmacia para llevarse sin pagar un artículo que necesitaba. Discutió con las dependientas, y entonces cogió el artículo para llevárselo sin pagar. Una de las dependientas intentó impedirlo, a lo que él reaccionó dándola un puñetazo en la cara. Las dependientas pudieron avisar sobre la marcha a un coche patrulla de la policía local que casualmente pasaba por allí cerca, y los agentes entraron inmediatamente en la farmacia, deteniendo al delincuente extranjero pobre, al que ya le constaba otra detención anterior.
Aragonés ha sentenciado en una intervención en el Colegio de Economistas de Cataluña que su propuesta de financiación es la misma que la que tienen País Vasco y Navarra: "Ni más ni menos". Según los inspectores de Hacienda, una eventual independencia fiscal de Cataluña contravendría el principio constitucional de no privilegiar unas regiones frente a otras.
"En el caso del marroquí R. A. A., prosigue el juez, consta el informe de servicios sociales sobre la situación de especial vulnerabilidad, carece de bienes inmuebles y sus únicos ingresos proceden de la prestación por el ingreso mínimo vital de 962,24 euros al mes, teniendo a su cargo a cuatro hijos. Por todo ello, el juez ha acordado la suspensión del procedimiento de desahucio contra R. A. A. al apreciar la situación de vulnerabilidad, una decisión que se prolongará, mientras persista la misma, hasta el límite del 31 de diciembre de 2024".
"Las sucesivas renovaciones del cupo vasco se han saldado con acuerdos escandalosos, con una rebaja de la aportación de las haciendas forales al Estado. El resultado es que hoy la ciudadanía vasca apenas contribuye a la solidaridad interterritorial, y disfruta de una sobrefinanciación per cápita de sus políticas sociales, educativas o sanitarias. Para Euskadi (y Navarra) funciona un modelo confederal único en Europa, que envenena la cuestión, pues se convierte en la aspiración de los independentistas catalanes".
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reivindicó ayer que el Reino de “España va en la buena dirección”, como evidencian los datos de empleo o de ocupación hoteleros en puertas de la Semana Santa, mientras que “la oposición desbarra”. Destacó que la oposición lleva 6 años “amenazando con el apocalipsis”, pero el Reino de España crece “5 veces más que la UE”; crea cuatro de cada diez empleos que se crean en Europa; las previsiones hoteleras para Semana Santa “se disparan” a un 85%; y entre enero y abril se recibirán 25 millones de turistas.
De cara a las próximas elecciones europeas y con el fin de incluir en el debate político el derecho a decidir al final de la vida, dos asociaciones italianas, EUMANS y Luca Coscioni, han lanzado una petición, abierta en principio a asociaciones de la UE y personalidades, para inscribir ‘la muerte asistida voluntaria como derecho fundamental en la UE’. Otras 26 asociaciones europeas se han adherido después a la petición. Tras la presentación de la petición en rueda de prensa en Bruselas este 26 de marzo, se abrirá a su firma por particulares.
Fuentes de la Administración andaluza coinciden en que la cifra que detraería del común el "cupo catalán" sería de 30.000 millones de euros, una cantidad que "supondría la ruptura del Estado y de su función de redistribuidor de la riqueza y de cohesión territorial". La propuesta de los secesionistas catalanes es más grave, porque el fondo de solidaridad que proponen para el resto de las comunidades sólo es transitorio; es decir, que al final Cataluña se quedaría con todos los ingresos. Es decir, que su solidaridad tiene fecha de caducidad.
Según explica a 20minutos Desiderio Romero, catedrático de Economía Aplicada, "la salida de Cataluña del régimen común supondría un duro golpe, ya que es, junto a Madrid y Baleares, de las comunidades que más aportan y las únicas cuya contribución es mayor a lo que reciben de la "hucha común": el resto de las comunidades son receptoras, es decir, reciben dinero directamente de estas comunidades más ricas".
El Gobierno ha reclamado este martes al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo Feijoo, que explique si cuando era presidente de la Xunta de Galicia concedió 114.000 euros a la empresa en la que trabajaba su mujer. Así lo ha reclamado después de que infoLibre haya publicado que la Xunta presidida por Feijoo "concedió al menos 114.000 euros" en subvenciones a Sargadelos "entre los meses de diciembre de 2020 y agosto de 2022, cuando su pareja, la ejecutiva y empresaria inmobiliaria Eva Cárdenas, trabajaba para este grupo empresarial".
La vivienda se ha convertido en un bien casi tan inasequible como esencial. El precio de los inmuebles ha crecido a paso desmesurado en los últimos años y lo ha hecho a un ritmo más rápido que los salarios de los trabajadores, asfixiados por la inflación. Los hogares necesitan en el Reino de España de media 7,5 años de sueldo para poder comprar un piso, un esfuerzo que se ha duplicado con respecto a finales del siglo XX.
Un estudio realizado con más de 20.000 adultos ha revelado que las personas que limitan su alimentación a menos de 8 horas al día tienen un 91% más probabilidades de morir de enfermedad cardiovascular en comparación con las que comen entre 12 y 16 horas al día.
El 72% de los que se beneficiaron del modelo experimental dejó de vivir en la calle, por solo el 50% de los que buscaron empleo por los cauces habituales. Hogar Sí y el Ministerio de Inclusión logran el triple de éxito con un proyecto experimental de inserción laboral, financiado con fondos europeos. Este gasto posteriormente se recupera en cotizaciones de los colocados.
No sé. No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
A seguir votando capitalismo, monarquía, hostelería, fiesta, religión, maltrato animal y pobreza, con vuestros votos y con vuestras proles.
Ahora va a resultar que si los hijos han sido hechos nacer en la pobreza o la precariedad ha sido porque ellos, los hijos, lo han querido, y los padres pobres tienen que cargar con esa decisión de los hijos. Pobrecitos los padres pobres, qué buenos padres y qué buenas personas son, que tienen que cargar encima con hijos que les han obligado a hacerles nacer.
#6 No sé. No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Las empresas tampoco se mantienen "leales" a los trabajadores: si te tienen que despedir por dinero y contratar a otro, lo hacen sin miramientos.
"Que tú, trabajador, bases tus decisiones en el dinero, es horrible; pero que yo, capitalista, base mis decisiones en el dinero, es estupendo y justificadísimo".
#1 Esto me recuerda a una anécdota personal cuando me contrataron en el trabajo en el que estoy ahora, hace ya unos cuantos años. Obviamente, estaba en varios procesos simultáneos, aunque el que más me convencía con diferencia es el de mi actual empresa. Una hora después de llamarme para decirme que había sido la candidata elegida, me llamó la reclutadora de otra empresa para decirme lo mismo, y mi respuesta fue que lo sentía pero que ya no estaba disponible porque me iba a incorporar en otro lado.
Pues la tipa me dice indignadísima que les tenía que haber avisado, que eso era un trastorno para ellos porque les cambiaba los planes y no sé qué más. Después de dejarla rajar le pregunté: "A cuántos de los candidatos a los que después de la entrevista les dijisteis que ya contactaríais con ellos habéis llamado?"
"Muchas gracias, adiós."
Y eso fue todo. El compromiso es algo bidireccional, sino es otra cosa.
#21 Entro en estas noticias para leer estas anécdotas personales. Gracias por compartirla.
No sé. No debe parecerles a los jóvenes proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los jóvenes proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
No sé. No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
A seguir defendiendo como un derecho el poder hacer nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, porque es importante que las huelgas y las protestas no decaigan, y así vuestras proles seguirán haciendo huelgas y protestando en el futuro.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole.
No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
No sé. A mí lo que me parece es que, si nos atenemos a los altos estándares éticos e intelectuales de Menéame, esta noticia debería ser considerada como aporofóbica, pues al implicar indirectamente que la pobreza es algo malo o negativo, está dejando en mal lugar a todas esas personas, éticas e inteligentes, que, en ejercicio de sus legítimos derechos, consideran que la pobreza y la precariedad son circunstancias estupendas, tan estupendas como para incluso defender como un derecho el poder hacer nacer, y criar, a sus propias proles en ellas.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible?
¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Prohibirles a los pobres tener hijos? ¿Y si los pobres desean ejercer libremente su legítimo derecho de elegir considerar que la pobreza y la precariedad son circunstancias estupendas en las que hacer nacer, y criar, a sus proles? ¿Qué vamos a hacer, quitarles ese derecho progenitor educativo constitucional? ¿Vamos a estar supervisando los criterios progenitores educativos de todo el mundo? ¿Vamos a crear una policía de la moral? No podemos ir tomando a la gente por tonta o por malvada.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
A unos puede parecerles que hacer nacer a sus hijos en la pobreza o la precariedad es estupendo, muy ético y muy cultural; a otros puede parecerles que maltratar animales innecesariamente también es estupendo, muy ético y muy cultural; a otros pueden parecerles que atracar bancos, asesinar personas, o la pornografía infantil también son estupendos y muy éticos y culturales; a cada uno de nosotros pueden parecernos que son estupendas y muy éticas y culturales las cosas que sean; a los legisladores pueden parecerles estupendas y muy éticas y culturales las cosas que sean; estamos en un mundo de diversidad ideológica, mutuo respeto y civismo.
Tan respetable es la persona que no quiere hacer nacer a sus hijos en la pobreza porque está mejor no viendo a sus hijos sufrir la pobreza, como la persona que considera estupendo hacer nacer a sus hijos en la pobreza porque elige considerar que la pobreza es estupenda, o porque quiere pensiones o tiene intereses personales que considere más importantes que el bienestar de sus hijos. Que tú o yo consideremos que la pobreza es horrible para los hijos no quita el derecho a otras personas de considerar lo contrario. Si una persona considera que la pobreza es estupenda y quiere que haya más gente en ella y por eso hace nacer a sus hijos en la pobreza, está en su derecho y no es asunto nuestro.
Además, los pobres ya tienen que sufrir la pobreza. Sería inhumano negarles encima el derecho de ver a sus hijos sufriendo también la pobreza.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
No sé. No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
A seguir defendiendo como un derecho el poder hacer nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, porque es importante que las huelgas y las protestas no decaigan, y así vuestras proles seguirán haciendo huelgas y protestando en el futuro.
No sé. No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
A seguir defendiendo como un derecho el poder hacer nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, para que las huelgas y las protestas no decaigan y vuestras proles sigan haciendo huelgas y protestando en el futuro.
El capitalismo manda; los ricos mandan.
Tanto la derecha como la izquierda son instrumentos de gobierno del capitalismo.
La izquierda, en concreto, lo que hace es repartir la pobreza entre los pobres, e igualar por debajo, para que la riqueza de la cúpula capitalista esté a salvo.
Es la progresividad fiscal: cuanto más rico eres, menos tributas.
Es decir, que en cada elección democrática, los proletarios simplemente eligen si la cúpula capitalista les dará las hostias con la mano derecha o con la mano izquierda.
El capitalismo no existe gracias a los capitalistas, existe gracias a los proletarios.
A seguir votando capitalismo, monarquía y pobreza, con vuestros votos y con vuestras proles.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole.
No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
#1 ¿Hacer algo?
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
No sé. No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
#2 "Cuando el alquiler te hace vulnerable: España es el país europeo donde hay más inquilinos en riesgo de pobreza"
¿Y?
Si a la gente le parece que la pobreza es algo tan estupendo, que hasta se la desean a sus propias proles y por eso defienden como un derecho el poder hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, ¿quiénes somos nosotros para ir diciéndole a la gente cómo tiene que actuar o proceder, o lo que le tiene que gustar o no? No podemos ir tomando a la gente por tonta, que ya somos todos mayorcitos.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
¿"Ya está bien" por qué? Si la gente traga con la precariedad, con la pobreza, con el capitalismo, con la monarquía, y con la explotación fraudulenta, hasta el punto de considerar que todas esas cosas son tan estupendas como para incluso defender como un derecho el poder hacer nacer a sus propias proles en ellas.... pues eso mismo, traga. ¿Quiénes somos nosotros para decirle a la gente lo que debe gustarle y tragar o no? Que ya somos mayorcitos. No podemos ir tomando a la gente por tonta.
#4 "- Papá, si dices que tanto me quieres, ¿por qué me haces nacer en esta chabola de chapa y plástico, entre suciedad, basura, ratas y cucarachas, sin alimentos, sin agua, sin ropa, sin medicinas, sin electricidad, sin gas, sin dinero, sin futuro, estando además en medio de una guerra civil y un genocidio?
- Hijo, es que estamos en medio de una guerra civil, en medio de una hambruna masiva y en medio de un genocidio; había cuestiones más urgentes de las que preocuparme que pararme a pensar si debía o no hacerte nacer en este infierno de miseria. Tu pregunta es, como mínimo, inoportuna. Ahora lo importante es que consigamos alimentos y agua de alguna forma. Ya dejaré de hacer nacer niños en este infierno de miseria más adelante. Además, gracias a que te he hecho nacer en este infierno de miseria, tienes la oportunidad de ejercer tus méritos y prosperar en la vida gracias a ellos, vía meritocracia".
Todo ok con la especie humana. Adelantamos a los animales por debajo.
"La fiesta y las romerías generan PIB"... es lo que dicen en algunos países.
"Compatibilizar la física cuántica con la física relativista y asentar unos fundamentos rigurosos para las Matemáticas generan PIB"... es lo que dicen en otros.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole.
No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
#2 No sé. No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos
No sé. No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
No sé. No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
No sé. No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
A seguir votando capitalismo, monarquía, hostelería, fiesta, religión, maltrato animal y pobreza, con vuestros votos y con vuestras proles.
La información que nos llega de la Generación Z es muy importante también para las empresas ya que estas personas están aterrizando de lleno en el mercado laboral con nuevas normas de juego y conocer bien a la gente es la forma de conseguir retener talento. Y hay un tema que preocupa a las empresas: retener a una persona joven no es fácil. Si no se sienten bien tratados, se van, no se fidelizan.
Ahora va a resultar que si los hijos han sido hechos nacer en la pobreza o la precariedad ha sido porque ellos, los hijos, lo han querido, y los padres pobres tienen que cargar con esa decisión de los hijos. Pobrecitos los padres pobres, qué buenos padres y qué buenas personas son, que tienen que cargar encima con hijos que les han obligado a hacerles nacer.
#6 No sé. No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
#1 La lealtad es una calle de dos sentidos. Si no funciona en un sentido, no debe funcionar en el otro.
Las empresas tampoco se mantienen "leales" a los trabajadores: si te tienen que despedir por dinero y contratar a otro, lo hacen sin miramientos.
"Que tú, trabajador, bases tus decisiones en el dinero, es horrible; pero que yo, capitalista, base mis decisiones en el dinero, es estupendo y justificadísimo".
#1 Esto me recuerda a una anécdota personal cuando me contrataron en el trabajo en el que estoy ahora, hace ya unos cuantos años. Obviamente, estaba en varios procesos simultáneos, aunque el que más me convencía con diferencia es el de mi actual empresa. Una hora después de llamarme para decirme que había sido la candidata elegida, me llamó la reclutadora de otra empresa para decirme lo mismo, y mi respuesta fue que lo sentía pero que ya no estaba disponible porque me iba a incorporar en otro lado.
Pues la tipa me dice indignadísima que les tenía que haber avisado, que eso era un trastorno para ellos porque les cambiaba los planes y no sé qué más. Después de dejarla rajar le pregunté: "A cuántos de los candidatos a los que después de la entrevista les dijisteis que ya contactaríais con ellos habéis llamado?"
"Muchas gracias, adiós."
Y eso fue todo. El compromiso es algo bidireccional, sino es otra cosa.
#21 Entro en estas noticias para leer estas anécdotas personales. Gracias por compartirla.
No sé. No debe parecerles a los jóvenes proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los jóvenes proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
Compromís ha anunciado que si el gobierno municipal de María José Catalá aprueba el encierro taurino infantil simulado –con carretones en forma de toro– en el centro de València, que ha propuesto el vicepresidente del gobierno valenciano Vicente Barrera en la Junta Municipal de Distrito de Ciutat Vella, los valencianistas denunciarán el acto al Defensor del Menor de España, una figura que se integra en las funciones del Defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo.
No sé. No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
A seguir defendiendo como un derecho el poder hacer nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, porque es importante que las huelgas y las protestas no decaigan, y así vuestras proles seguirán haciendo huelgas y protestando en el futuro.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole.
No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
No sé. A mí lo que me parece es que, si nos atenemos a los altos estándares éticos e intelectuales de Menéame, esta noticia debería ser considerada como aporofóbica, pues al implicar indirectamente que la pobreza es algo malo o negativo, está dejando en mal lugar a todas esas personas, éticas e inteligentes, que, en ejercicio de sus legítimos derechos, consideran que la pobreza y la precariedad son circunstancias estupendas, tan estupendas como para incluso defender como un derecho el poder hacer nacer, y criar, a sus propias proles en ellas.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible?
¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Prohibirles a los pobres tener hijos? ¿Y si los pobres desean ejercer libremente su legítimo derecho de elegir considerar que la pobreza y la precariedad son circunstancias estupendas en las que hacer nacer, y criar, a sus proles? ¿Qué vamos a hacer, quitarles ese derecho progenitor educativo constitucional? ¿Vamos a estar supervisando los criterios progenitores educativos de todo el mundo? ¿Vamos a crear una policía de la moral? No podemos ir tomando a la gente por tonta o por malvada.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
A unos puede parecerles que hacer nacer a sus hijos en la pobreza o la precariedad es estupendo, muy ético y muy cultural; a otros puede parecerles que maltratar animales innecesariamente también es estupendo, muy ético y muy cultural; a otros pueden parecerles que atracar bancos, asesinar personas, o la pornografía infantil también son estupendos y muy éticos y culturales; a cada uno de nosotros pueden parecernos que son estupendas y muy éticas y culturales las cosas que sean; a los legisladores pueden parecerles estupendas y muy éticas y culturales las cosas que sean; estamos en un mundo de diversidad ideológica, mutuo respeto y civismo.
Tan respetable es la persona que no quiere hacer nacer a sus hijos en la pobreza porque está mejor no viendo a sus hijos sufrir la pobreza, como la persona que considera estupendo hacer nacer a sus hijos en la pobreza porque elige considerar que la pobreza es estupenda, o porque quiere pensiones o tiene intereses personales que considere más importantes que el bienestar de sus hijos. Que tú o yo consideremos que la pobreza es horrible para los hijos no quita el derecho a otras personas de considerar lo contrario. Si una persona considera que la pobreza es estupenda y quiere que haya más gente en ella y por eso hace nacer a sus hijos en la pobreza, está en su derecho y no es asunto nuestro.
Además, los pobres ya tienen que sufrir la pobreza. Sería inhumano negarles encima el derecho de ver a sus hijos sufriendo también la pobreza.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
No sé. No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
A seguir defendiendo como un derecho el poder hacer nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, porque es importante que las huelgas y las protestas no decaigan, y así vuestras proles seguirán haciendo huelgas y protestando en el futuro.
No sé. No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
A seguir defendiendo como un derecho el poder hacer nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, para que las huelgas y las protestas no decaigan y vuestras proles sigan haciendo huelgas y protestando en el futuro.
El capitalismo manda; los ricos mandan.
Tanto la derecha como la izquierda son instrumentos de gobierno del capitalismo.
La izquierda, en concreto, lo que hace es repartir la pobreza entre los pobres, e igualar por debajo, para que la riqueza de la cúpula capitalista esté a salvo.
Es la progresividad fiscal: cuanto más rico eres, menos tributas.
Es decir, que en cada elección democrática, los proletarios simplemente eligen si la cúpula capitalista les dará las hostias con la mano derecha o con la mano izquierda.
El capitalismo no existe gracias a los capitalistas, existe gracias a los proletarios.
A seguir votando capitalismo, monarquía y pobreza, con vuestros votos y con vuestras proles.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole.
No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
El 82,5% de las familias que viven de alquiler tienen dificultades para acceder a una hipoteca y comprar un piso.
#1 ¿Hacer algo?
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
Félix, que se ha separado de su mujer, está buscando piso en la capital ibicenca junto a otros dos amigos, pero le está resultando especialmente difícil. Su perfil, de hecho, es el que más dificultades genera a los servicios sociales: una persona que tiene todas las habilidades formativas, culturales y sociales para desarrollarse, pero que, al estar jubilado, tiene su capacidad económica limitada a la renta mensual que cobra, en caso de no disponer de ningún otro patrimonio económico.
No sé. No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
Las rentas por alquiler se han disparado más de un 28% en siete años, según el Banco de España, que aboga por igualar la legislación para grandes y pequeños tenedores
#2 "Cuando el alquiler te hace vulnerable: España es el país europeo donde hay más inquilinos en riesgo de pobreza"
¿Y?
Si a la gente le parece que la pobreza es algo tan estupendo, que hasta se la desean a sus propias proles y por eso defienden como un derecho el poder hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, ¿quiénes somos nosotros para ir diciéndole a la gente cómo tiene que actuar o proceder, o lo que le tiene que gustar o no? No podemos ir tomando a la gente por tonta, que ya somos todos mayorcitos.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
¿"Ya está bien" por qué? Si la gente traga con la precariedad, con la pobreza, con el capitalismo, con la monarquía, y con la explotación fraudulenta, hasta el punto de considerar que todas esas cosas son tan estupendas como para incluso defender como un derecho el poder hacer nacer a sus propias proles en ellas.... pues eso mismo, traga. ¿Quiénes somos nosotros para decirle a la gente lo que debe gustarle y tragar o no? Que ya somos mayorcitos. No podemos ir tomando a la gente por tonta.
#4 "- Papá, si dices que tanto me quieres, ¿por qué me haces nacer en esta chabola de chapa y plástico, entre suciedad, basura, ratas y cucarachas, sin alimentos, sin agua, sin ropa, sin medicinas, sin electricidad, sin gas, sin dinero, sin futuro, estando además en medio de una guerra civil y un genocidio?
- Hijo, es que estamos en medio de una guerra civil, en medio de una hambruna masiva y en medio de un genocidio; había cuestiones más urgentes de las que preocuparme que pararme a pensar si debía o no hacerte nacer en este infierno de miseria. Tu pregunta es, como mínimo, inoportuna. Ahora lo importante es que consigamos alimentos y agua de alguna forma. Ya dejaré de hacer nacer niños en este infierno de miseria más adelante. Además, gracias a que te he hecho nacer en este infierno de miseria, tienes la oportunidad de ejercer tus méritos y prosperar en la vida gracias a ellos, vía meritocracia".
Todo ok con la especie humana. Adelantamos a los animales por debajo.
estaría estupendo si se le permitiera al usuario la opción de poder elegir si quiere o no quiere que se le presente la ventanita de twitch. Yo ya no puedo cerrarla.
En fin, ChatGPT al menos me reconoce que él no es capaz de aprender por sí mismo, en tiempo real, sino que solo puede proporcionar respuestas en base a la información que le han inculcado por la puerta de atrás durante su entrenamiento, pero él no es capaz de actualizar por sí mismo sus propios conocimientos.
Un sistema que no es capaz de aprender por sí mismo sobre la marcha, en tiempo real, no se puede considerar inteligente, ni siquiera artificialmente. Sin embargo, ChatGPT sí es bueno "pareciendo" inteligente.
Solo digo una cosa: Feijóo no debe ser tan tonto como la izquierda nos lo intenta pintar, si cada vez que tiene un encuentro público con Ayuso se pone un jersey de cuello alto, a ver si a Ayuso le gusta y cae algo.
@BoosterFelix Es para que no le chupe la sangre, ver "Interview with the vampire".
No sé. No debe parecerles a los proletarios vasallos españoles que la precariedad, la pobreza y el subdesarrollo en que sus propios padres les han hecho nacer sean circunstancias tan horribles, si arden en deseos y defienden como un derecho el poder hacer nacer también a sus propias proles en ellas, a que sus proles también reciban en herencia y les agradezcan, en forma de pensiones, esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y ese Reino de España tanto como ellos, los proletarios vasallos españoles, los agradecen a sus padres, en la misma forma de pensiones.
Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente (más incluso que meter una papeleta en una urna) en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible? Las proles, pues, son las papeletas electorales más rotundas, y por tanto las que más ambiciona el capitalismo, capitalismo que no existe gracias a los capitalistas, sino gracias a los proletarios.
El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole. Si los proletarios vasallos españoles quieren arreglar la economía con más niños y con más proletarios vasallos en vez de con menos capitalismo y con menos monarquía, están en su derecho, en su costumbre y en su cultura, y se los tenemos que respetar.
El Reino de España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los proletarios vasallos españoles, y se los tienen que respetar así como ellos, los proletarios vasallos españoles, también respetan las costumbres y culturas ajenas.
Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.
Así que no permitáis que estas noticias aporófobas desvíen vuestra atención y vuestra ética: no renunciéis a pegaros el gustazo de generar otro baby boom para hacer nacer a vuestras proles en la pobreza o la precariedad, y entregarlas al capitalismo y a la monarquía. Porque la natalidad y las pensiones lo necesitan, y porque aunque en un primer momento quizá podría pareceros mal hacer nacer a vuestras propias proles en la pobreza o en la precariedad, cuando vuestras proles alcancen la mayoría de edad también se volverán defensoras del derecho de hacer nacer a sus propias proles en la pobreza, en la precariedad, en el capitalismo y en la monarquía, a que estos hijos suyos (vuestros nietos) les agradezcan todas estas cosas, en forma de pensiones, tanto como vuestras proles os las agradecerán a vosotros, en forma de pensiones, y tanto como vosotros las agradecéis a vuestros padres, en la misma forma. Así que no hay ningún problema con que hagáis nacer a vuestras proles en la pobreza, en la precariedad, en el subdesarrollo, en el capitalismo y en la monarquía, porque vuestras proles os lo agradecerán, en forma de pensiones.
La cultura es la verdadera riqueza, así que dejad en herencia a vuestras proles la rica cultura de la pobreza.
No creáis, pues, a nadie que os diga que hay una guerra intergeneracional, o que hay una guerra económica o lucha de clases.
Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.
A seguir votando capitalismo, monarquía, hostelería, fiesta, religión, maltrato animal y pobreza, con vuestros votos y con vuestras proles.