#4 En que desaparecería o se reduciría drásticamente la producción y el tráfico ilegal de drogas. Con ello, la corrupción política y policial vinculada, los crímenes relacionados con el negocio, muertes por consumo de sustancias adulteradas, flujos de dinero negro que financian cosas poco beneficiosas para la sociedad... Si fueran legales en las cárceles habría mucha menos gente (ya no habría traficantes ni camellos de poca monta), el estado ingresaría muchos más impuestos derivados del comercio de estas sustancias y los beneficios que genera este negocio tan lucrativo no iría a parar a manos de delincuentes y corruptos.
¿En qué me baso? En la historia de la humanidad, todo esto son efectos colaterales de la prohibición creada en el siglo XX, antes de ella no existían (claro que había corrupción, delincuentes y muertes, pero no las que son consecuencia directa de ese negocio).
¿Un ejemplo práctico? Ley seca en EEUU. Puedes leer un resumen de sus consecuencias aquí:
http://es.wikipedia.org/wiki/Ley_Seca_en_los_Estados_Unidos
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El principal problema del fútbol son los aficionados
Ustedes me dirán: "si claro hombre!, los que menos tiene que ver en el partido son el principal problema" y la respuesta es SI.
Los aficionados de fútbol carecen de dos cosas: Memoria y ética y además tienen un sentido de la justicia un poco distorcionado... por no decir casi nulo.
El aficionado de fútbol actualmente se siente más partícipe del deporte en las épocas malas de su equipo que en las triunfales, y no es por un sentimiento de pertenencia, es simplemente por una necesidad de sufrimiento que engaña al corazón confundiéndoló con amor.
Veamos los puntos por separado:
Memoria la corto plazo: (falta de)
El equipo más vencedor de la historia de un club es facilmente defenestrado en la actualidad (al punto de llegar a hablar del fin de un ciclo) a la primera derrota importante. El aficionado en seguida comienza a criticar a jugadores que solo semanas atrás endiosaba pidiendo que se vayan del club por la puerta trasera.
Los aficioados olvidan facilmente los favores recibidos por los árbitros para dar importancia solo a los que los perjudican. Ejemplo:
Argentina en el mundial 86 pasa de ronda con un gol con la mano (que solo se pudo confirmar que fue con la mano cuando Maradona lo dijo). Pero no importa, el título se festeja como se debe.
Argentina en el mundial 90 pierde la final con un penal inexistente.
Para el aficionado argentino no lo beneficiaron en el 86 y lo robaron en el 90... en su memoria queda la injusticia del poder contra su corazón por un lado, y el triunfo de la "picardía futbolera" por el otro.
El aficionado de fútbol necesita saber en algún punto que si su equipo fracasa no es por que son unos burros que no saben patear una pelota o por que el rival fue mejor, necesitan justificar la derrota desde la injusticia.
Etica:
A los franceses poco los importó el ingreso de nuevas tecnologías en aquel gol con la mano que les permitió llegar al mundial, a los ingleses poco les importó la tecnología en los cientos de penales mal cobrados en sus ligas en los últimos años, pero ahora que lo sufren ellos piden justicia a gritos.
El aficionado de fútbol no quiere un deporte limpio, quiere un deporte sucio pero que lo favorezca. No le importa ver a su vecino festejando la victoria de su equipo en un espacio justo y noble, le importa que su equipo gane y festejar él, si es con un gol en el minuto 93 con la mano no importa.
Quienes mejr entienen este sentimiento son los medios de comunicación que se ven en la obligación de incrementar el menos problema para vender más y "la verdad"... eso tan reclamado por todos, pasa a un segundo plano.
El comercio del fútbol vive principalmente de esta confusión entre sentimiento y sufrimiento. Quitarla de los limites de una cancha haría que el debate del lunes en el bar lleno de acusaciones de favoritismo del poder... que la importancia del poderío económico y de tantos BLA BLA BLA desaparezca, desapareciendo con él la importancia de la gente por este deporte en la semana.
Si los aficionados fueran justos y memoriosos y tuviera ética, no permitirían por ejemplo que un jugador de su equipo simule una falta, que meta un gol con la mano o que guarde silencio sabiendo que la pelota traspasó la línea como sucedió ayer.
Preferimos vivir engañados. Y parte de ese engaño se nos hizo realidad. Entonces pedimos igualdad simulando que realmente nos importa.
He dicho.