#9 #10 #11 #14 #21 Me voy a arriesgar a hacer este comentario.
Conozco a este hombre (por motivos relacionados con mi trabajo, ya hice un "te respondo" hace tiempo). Los últimos años los ha pasado en la prisión de Cáceres trabajando de panadero. En sus ratos libres, le gustaba ir al aula de carpintería a hacerse sus propios muebles y cachivaches. Es un hombre tranquilo y educado. Jamás ha "presumido" de hacer lo que hizo. Nunca daba problemas, salvo algún rifirrafe con otros internos que no respetaban las reglas del módulo (solía estar en módulos "de respeto") y cuando les llamaba la atención, algunos le decían que se callara, que era un violador (en la cárcel, es un estigma) y no tenía derecho a decir nada. Tampoco tuvo problema alguno con las múltiples funcionarias que trabajan en Instituciones Penitenciarias.
Ha pasado 20 años en prisión, que se dice pronto, y nunca dio signos de estar "institucionalizado" (es decir, gente que toma la cárcel como estilo de vida, como es el caso de muchos traficantes de droga y reos por delitos menores). Es imposible saber si este hombre está rehabilitado, pues nunca ha disfrutado de permisos penitenciarios (paso clave para saber si alguien está rehabilitado) y no porque no quisieran dárselos, sino porque penalmente estaba incapacitado para ello. Tampoco ha ido a un CIS. Ha salido a la calle, como se suele decir, "de golpe". La terapia que ha recibido es muy pobre, acorde a los recursos que se destinan a Instituciones Penitenciarias. Por ejemplo, hay mucha más ayuda y sesiones grupales para internos por violencia de género que para violadores y pederastas, aunque esos internos por violencia de género lo estén por impagos en las pensiones u otros delitos tipificados dentro de las leyes de violencia doméstica y de género que no conlleven agresión física. De ahí que diga que "Instituciones Penitenciarias no ha hecho nada por mí" (aunque es una afirmación demasiado taxativa).
Creo que el Código Penal es tan importante como la Ley de Enjuiciamiento Criminal y la Ley Orgánica General Penitenciaria, para que no sucedan casos como éste, pero generalmente la sociedad sólo se fija en la primera mencionada. Sin ir más lejos, otro tema relacionado es el de los presos de ETA y la política de dispersión. Porque muchas veces estos casos se enfocan al preso y no se tienen en cuenta otros factores como es la familia. Tanto el CP, la LdEC y la LOGP deben de ser justos en el tratamiento del reo y su repercusión en la sociedad, y eso es lo que hay que exigir.
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