#1 Espera, que ahora las monjas, que no dejan de desempeñar un oficio, van a ser representativas del vivir del día a día de la española media .
#6 No hablo de lugares lejanos, aquí tenemos a los gitanos metiéndoles el pañuelo por el coño a las chicas cuando se casan, y teniéndolas en casa subordinadas al padre, hermano, primo, y hasta el aspirador en ausencia de los anteriores. Y tres cuartos de lo mismo con los musulmanes, sus matrimonios forzosos, sus trapos de los cojones y presiones para llevarlos.
Hostias, es que si alguien de derechas dice "el agua moja" tiene razón, y yo no soy tan puto retrasado de decir "eL aGuA No MoJa Xq Lo DiCe La TuRbOdErEcHa".
#8 Qué falta de justicia ni qué pollas, si por ser mujer tienes beneficios legales y leyes a tu favor a punta pala en este país.
#36 Si, si... el realismo es un sine qua non. No hay duda de eso, no me cabe ni la más mínima duda.
Pero una vez ya eres realista... tienes dos opciones: ser negativo y pensar que todo irá a peor o ser positivo y darte ánimos para que las cosas vayan al menos un poco mejor. Bueno, hay una tercera, pero es dificil acercarse a Naniano con una recortada de posta lobera.
#133 Si lo sé, y el problema no fue exactamente de compatibilidad... lo que sucedió es que le mandé el archivo por correo-e. Ella a su vez, estaba trabajando con su Word, y al abrir el mío, el suyo se cerró solo, sin guardar ni nada. Perdió varias horas de trabajo por mi culpa. Me dirás "no fue culpa tuya, la culpa la tuvo el Word", pero cuando todos tus amigos, conocidos y cercanos tienen Word y sólo tú tienes OpenOffice y los archivos que fallan, dan errores, no se abren o cierran los programas de los demás son los tuyos, la culpa es tuya, y tienes que cambiar de programa a uno que vean sin problema todos los demás.