#241 La cuestión es que el paradigma ha cambiado bastante porque resulta que ahora hay muchas mujeres que han estudiado, se han posicionado en el mercado laboral, se han cuidado físicamente y además hacen un asado que lo flipas, pero resulta que muchos hombres no han evolucionado al mismo nivel que lo hemos hecho algunas (el fracaso escolar es aplastante en los chicos frente al abandono de las chicas, por poner un solo ejemplo). El resultado es que vemos cada vez más féminas con un estatus social alto que han sacrificado mucho para llegar dónde están y cuando se han dado cuenta de todo lo invertido se han plantado con 40 o más años. Entonces llega un iluminado o unos cuantos a decir en esos podcast de machos alfa que ya no somos valiosas, que una mujer de valor tiene que tener la piel como el culito de un bebé, amasar pan para su manolo, tener veintipocos años, ser sumisa, tener los pechos en su sitio y llevar collar de perlas con cerradura de cuero. Y lo peor de todo es que hay tanto hombres como mujeres que los creen.
Personalmente nunca me he preocupado en despertar nada en nadie, aunque reconozco que de jovencita en algún momento he llegado a parar el tráfico, algo que me resultó entre divertido y asombroso. Ahora en mi madurez menos todavía, pero hay muchas chicas y mujeres que se sienten en la obligación de representar un papel. Tanto es así que siguen poniendo cofias a muchas de ellas cuando van a trabajar en un catering, algo que jamás le harían a un hombre, carteles al cuello cada vez que van al baño en sus fábricas, tacones para trabajar en determinadas marcas, maquillaje, peluquería e infinidad de exigencias que ni por asomo se esperan en ellos.
Y en cuanto a sus amigas y Tinder, la verdad es que nunca he estado en esa aplicación, pero supongo que es como cuando vas a la charcutería y pides unos gramos de choped. Es la modernidad líquida en la que nos movemos, como bien aseguraba Zygmunt Bauman. No puedo decir que comparta lo de las fotos que descartan sus amigas porque mis gustos son un tanto peculiares, pero sí puedo decirle que lo mejor es amarse uno mismo y a partir de ese momento empieza a importar menos que nos amen los demás, aunque lógicamente, todos deseamos amar y ser amados.
Le deseo suerte y felicidad, que bien nos la merecemos.
#242 Apenas veo la tele pero no hablamos de mí, sino de la sociedad en su conjunto y de la influencia que tienen las redes sociales, la prensa y la televisión o el entretenimiento en general en los cuerpos de las mujeres.
#252 Y la realidad es que todos los años sacan en las revistas artículos para que hagamos la dieta de la berenjena, la Dunkan y todo lo demás. La mayoría de los contenidos que van dirigidos al público femenino se basan en dietas, ropa, zapatos, objetos de lujo, decoración y algún tip para tener contento a tu hombre. De una caspa insoportable.
#221 No, no tenemos la elección en todo momento, de ser así no habría niñas con problemas de bulimia o anorexia.
La educación es primordial en las primeras etapas del desarrollo humano pero, ¿cómo luchar contra una industria que controla los mass media?
#225 No sé si su comentario es más machista o más racista.
Evidentemente falla algo en la educación, concretamente en la que personas como usted que nos recuerdan que no tenemos criterio y además no sabemos rodearnos de la gente adecuada. ¿Carne de cañón? Claro que sí. Va a ser por eso.
Los hombres llevan relativamente poco tiempo en el mercado de la belleza, estética e higiene pero esto ha empezado y no tiene pinta de que vaya a parar.
Es capitalismo salvaje unido a un afán desmedido por juzgar a las personas si no se atienen a lo que dicta la moda, la costumbre o directamente la imposición de los roles que nos meten por los ojos.
#232 Yo no sé si es que escribo para una pared o simplemente es que ustedes tienen algún problema de visión que les impide leer lo que escribo.
Por favor, lean el artículo, empápense del hartazgo que tenemos muchas mujeres de ser objetivo constante de productos regeneradores, reafirmantes, reconstructivos y zarandajas similares.
Para un producto que sacan para hombres hay cientos para mujeres. Y por supuesto que hay vulvas que huelen más y otras menos. Acaba de descubrir usted el fuego. El artículo no va de eso sino de que se crean productos específicos para que nuestro coño parezca un melocotón y sepa como un melocotón. Se ve que no les gusta cómo es nuestro coño. Ya está bien, por favor.
#238 Las venden porque la presión por la imagen en la mujer es asfixiante. En según que lugares insoportable. Pásese un día de estos por un instituto cualquiera y me lo cuenta, pregúnteles además a las actrices de Hollywood si tienen muchas opciones antes de pasar por el bisturí o si se respeta a atletas de élite como a Serena Williams que se tuvo que oír de todo sobre su peso, su estética y hasta se la comparó con un cerdo seboso. Sin ir más lejos la deportista española de waterpolo estos últimos juegos olímpicos y hasta la tal Lala Chús. Cualquier mujer con poca autoestima se habría colgado de una farola.
A estas alturas venir a decir aquí que nos venden productos por hacer dinero, en fin. Claro que es por hacer dinero pero también porque no se nos deja vivir en paz sin ser juzgadas y pateadas por cualquier cosa.
#196 Menudo nivel de comentario.
Lea el artículo y después vuelva.
P. D. nuestro cuerpo no huele si hay higiene o no sé padece ningún trastorno específico.
#185 Habla usted como si conociera a todas las mujeres del mundo.
Juzgar lo hacemos todos, unas veces conscientemente y otras no tanto.
Por supuesto que tiene que ver que alguien saque beneficio de un producto, porque en ello le va el interés, y desde luego, mal vendedor/a sería si se dedicara a insultar a su posible clientela. Para meternos un artículo por los ojos lo tienen que hacer apetecible, sugerente y lleno de beneficios que nos va a conducir a un nivel superior. Si a eso le añadimos qué tal o cual actriz de moda,
influencer o cantante lo utiliza, ya tiene el gancho necesario.
El consumo quiere adictos y para ello necesita crear necesidades. Lejos quedan ya las campañas creativas en las que se atraía al personal por el humor, la audacia o la intriga en detrimento de la vulgaridad aunque venga adornada con celofán.
En cualquier caso, se sorprendería la cantidad de marcas que restringen las tallas de ropa. No nos dicen a la cara que estamos gordas pero se aseguran de que no entremos en sus tiendas.
#166 No había oído nada parecido.
Yo no he fumado nunca, ¿Podría explicar mejor qué relación tiene fumar con no ducharse en 5 horas y el olor de nuestra vulva?
#175 Bueno, nadie ha dicho que el marketing sea un invento nuevo, pero es evidente que este se enfoca preferiblemente en el público femenino. No debemos olvidar que la presión social que recibimos primeramente se encuentra en nuestra casa. A las niñas siempre se les ha exigido estar presentables con vestidos bonitos y aparatosos llenos de blondas, encajes y lazos. De ahí que tengamos que aparentar un carácter tranquilo, que no podamos explorar el entorno igual que los niños, ya no digamos mancharnos, despeinarnos o abrirnos alguna brecha. La educación y la cultura unidas a nuestras tradiciones han sido una lacra para nuestro desarrollo emocional, afectivo y social que se ha mantenido en nuestra adolescencia, amplificándolo en la adultez.
Somos un producto de siglos de contención y control. Afortunadamente, vamos hacia una nueva feminidad basada en la igualdad y la equidad si no dejamos que nos engullan políticas retrógradas y pensamientos cavernícolas.
#164 No sé qué es una mujer random, en cualquier caso, debe de vivir en un entorno muy pequeño para asegurar algo así. Mi concepto ante las personas es que estás tienen que ser buenas, honestas, cariñosas, leales, con sentido del humor e inteligentes. La estatura la da la moral y la ética no los cm. Y por supuesto que tanto hombres como mujeres nos sentimos prejzgados pero es un hecho que el acoso al que nos someten a las mujeres es infinitamente superior, lamentablemente para nosotras.
#72 Tiene gracia que escriba esto cuando durante siglos las mujeres han ido a las relaciones sexuales prácticamente analfabetas, sin nadie que les hablara de sexo, de contacto, de emociones, de sentir y mucho menos de gozar de ellas. El sexo ha sido un tema completamente tabú al que no hemos tenido acceso hasta casi el final del siglo XX. Mucho menos nos han hablado de nuestras vulvas, vaginas o de nuestro flujo vaginal.
Al menos a los hombres ( aunque no bien visto en según qué ámbitos) se les permitía explorar sus cuerpos, podían acceder a revistas para adultos y así ver cómo era un cuerpo masculino y femenino o acceder a películas X.
Por otra parte, es de agradecer que todavía queden hombres a los que les guste practicar sexo oral.
#91 Interesante reflexión la que plantea. Yo no hablaría tanto de victimismo sino de muros de contención.
Es evidente la conquista de espacios de poder de las mujeres, el empoderamiento y la propia evolución social, sin embargo, se nos sigue exigiendo la triple jornada en la que tenemos que trabajar dentro, fuera de casa y atender a nuestros mayores , hijos, etc. Sin olvidar que tenemos que estar impecables desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, añadiendo los grupos de presión en redes sociales de influencers femeninas que nos hablan de lujo, estética y sexualidad, sin olvidar los podcast de los machos alfa que puntúan nuestro valor sobre nuestra edad, la turgencia de nuestros pechos o la comida que les hacemos, ya sea guisada o sin guisar.
Personalmente creo, que nunca habíamos recibido las mujeres tantos ataques cruzados sobre nuestro comportamiento, cuidados y belleza.
Una empieza a estar bastante harta de tanta gente opinando sobre si debemos rasurarnos o usar geles para que nuestro coño huela a melocotón y tenga su mismo tacto.
#135 Estaría bien que algún hombre que las hubiera probado nos diera su opinión. Dicho esto, es igualmente aplicable a los hombres, productos para ganar más cuota de mercado a costa de la publicidad.
¿Tamaño de 100 ml?
#86 lo que creamos conveniente en cada momento, y sobre todo, educación y respeto. No podemos hablar descalificando los cuerpos de las personas. El olor corporal es normal dentro de la higiene.
#120 No, yo no tengo mal olor vaginal, el simple hecho de que lo sugiera ya da idea de sus comentarios anteriores.
Y tampoco tengo que esperar su aceptación sobre lo que merezco o deje de merecer.
Aquí se habla de un artículo que pone sobre la mesa el acoso constante al que nos vemos sometidas las mujeres por el mero hecho de serlo, con productos que son completamente innecesarios en nuestras vidas y nuestros cuerpos amparados por una publicidad que la mayoría de las veces es engañosa y nociva para nuestra salud física y mental.
Cuando una persona tiene mal olor corporal debe dirigirse a su médico por si existiera una enfermedad no diagnosticada, pero en ningún caso debería permitirse que se ofrecieran artículos para enmascarar olores, ni generar malestar en las mujeres por la presión que se ejerce para que los usemos.
Nuestro flujo vaginal es algo normal, necesario y placentero.
Es como si se dirigieran a un público que no es el objetivo. Nuestros coños limpios huelen a eso, a mujeres y no a niñas.
#112 No es una cuestión de razón sino de datos objetivos. Si nos vamos a las cuentas de resultados de empresas relacionadas con la belleza, higiene y estética femenina los números hablan solos.
En cualquier caso, es cierto que desde hace un par de décadas el bombardeo publicitario hacia los hombres ha ido en aumento, desde las operaciones estéticas de párpados y ojeras pasando por los implantes capilares y las liposucciones.
El mercado quiere más porción de tarta y la presión por engordar su clientela pasa por seguir generando amantes y adictos a la estética y la imagen. En pocos años hemos visto aumentar las clínicas dentales, los establecimientos de manicura, masajes, gimnasios y un sin fin de lugares destinados a la mejora de nuestros cuerpos, pero muy pocos en la de nuestras mentes.
Los hombres también estáis sometidos al imperio de la competencia por la juventud y la belleza pero en un porcentaje todavía testimonial comparado con lo que sufrimos nosotras.
La autoestima y el autoconcepto se trabajan desde casa y desde la escuela, y últimamente hemos visto cómo los casos de bullying y de desentendimiento en los centros no ayudan a establecer las bases de lo que un niño o niña puede y debe sentir para convertirse en un adulto sano y seguro de sí mismo.
Personalmente nunca me he preocupado en despertar nada en nadie, aunque reconozco que de jovencita en algún momento he llegado a parar el tráfico, algo que me resultó entre divertido y asombroso. Ahora en mi madurez menos todavía, pero hay muchas chicas y mujeres que se sienten en la obligación de representar un papel. Tanto es así que siguen poniendo cofias a muchas de ellas cuando van a trabajar en un catering, algo que jamás le harían a un hombre, carteles al cuello cada vez que van al baño en sus fábricas, tacones para trabajar en determinadas marcas, maquillaje, peluquería e infinidad de exigencias que ni por asomo se esperan en ellos.
Y en cuanto a sus amigas y Tinder, la verdad es que nunca he estado en esa aplicación, pero supongo que es como cuando vas a la charcutería y pides unos gramos de choped. Es la modernidad líquida en la que nos movemos, como bien aseguraba Zygmunt Bauman. No puedo decir que comparta lo de las fotos que descartan sus amigas porque mis gustos son un tanto peculiares, pero sí puedo decirle que lo mejor es amarse uno mismo y a partir de ese momento empieza a importar menos que nos amen los demás, aunque lógicamente, todos deseamos amar y ser amados.
Le deseo suerte y felicidad, que bien nos la merecemos.