#60 ... Esa es la teoría. Por desgracia, la realidad es muy distinta. Les daré un ejemplo de mi propia experiencia docente. Desde hace años, cuando pregunto a mis alumnos de Terminale générale, a los que enseño filosofía, si tienen intención de seguir estudios superiores después del bachillerato, más de la mitad de ellos dicen que no les interesa. Entonces, ¿quién les empujó hacia una corriente general? ¿Sus padres? ¿La sociedad? Sin duda, las responsabilidades son compartidas. Sea como fuere, se les ha dirigido por un camino que para muchos es un callejón sin salida. Creo que éste es el origen de casi todos los problemas. Para remediarlo, en lugar de tomar las medidas de sentido común que se necesitan, cada ministro idea
Pongamos un ejemplo. Al principio existía un bachillerato único, hoy llamado bachillerato general. Luego vinieron las corrientes de bachillerato (literario, científico, etc.), después el bachillerato tecnológico y, en los años ochenta, el bachillerato profesional. Así que hoy hay tres vías, pero todo el mundo quiere seguir la misma. Uno de los principales problemas a los que se enfrentan las escuelas es que la vía general siempre se presenta, explícita o implícitamente, como el camino hacia el éxito, mientras que las vías tecnológica y profesional se presentan y se viven como vías de relegación, hacia las que los alumnos se dirigen por defecto. Pero, ¿qué es el bachillerato general? Contrariamente a la creencia generalizada, no es un fin en sí mismo, sino el primer título de la enseñanza superior. Esto significa que los liceos generales sólo deben admitir a estudiantes que prevean emprender estudios de larga duración y que, por tanto, tengan gusto por aprender. Por otra parte, el itinerario tecnológico permite a los estudiantes cursar estudios superiores cortos, mientras que el itinerario profesional les permite emplearse en cuanto hayan obtenido su diploma.
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