Estos hijos de puta llevan dando por culo desde el Antiguo Testamento. Nadie los ha querido nunca (expulsados de Egipto, España, Inglaterra, Portugal, Alemania, Francia, Italia, etcétera); por algo será.
Yo cerraba la puerta el Congreso con todos dentro (los de izquierdas, los de derechas, los más fachas y los más rojos) y le daba fuego hasta que no quedara ni un rescoldo. Tenemos que empezar de cero.