(...) El trabajo es, en primer lugar, un proceso entre el hombre y la naturaleza, un proceso en que el hombre media, regula y controla su metabolismo con la naturaleza. El hombre se enfrenta a la materia natural misma como un poder natural. Pone en movimiento las fuerzas naturales que pertenecen a su corporeidad, brazos y piernas, cabeza y manos, a fin de apoderarse de los materiales de la naturaleza bajo una forma útil para su propia vida. Al operar por medio de ese movimiento sobre la naturaleza exterior a él y transformarla, transforma a la vez su propia naturaleza (...) El proceso de trabajo es una actividad orientada a un fin, el de la producción de valores de uso, apropiación de lo natural para las necesidades humanas, condición general del metabolismo entre el hombre y la naturaleza, eterna condición natural de la vida humana y por tanto independiente de toda forma de esa vida y común, por el contrario, a todas sus formas de sociedad. (...)
(...) El latifundio reduce la población agraria a un mínimo siempre decreciente y la sitúa frente a una creciente población industrial hacinada en grandes ciudades. De este modo da origen a unas condiciones que provocan una fractura irreparable en el proceso interdependiente del metabolismo social, metabolismo que prescriben las leyes naturales de la vida misma. El resultado de esto es un desperdicio de la vitalidad del suelo, que el comercio lleva mucho más allá de los límites de un solo país. (…) La industria a gran escala y la agricultura a gran escala explotada industrialmente tienen el mismo efecto. Si originalmente pueden distinguirse por el hecho de que la primera deposita desechos y arruina la fuerza de trabajo, y por tanto la fuerza natural del hombre, mientras que la segunda hace lo mismo con la fuerza natural del suelo, en el posterior curso del desarrollo se combinan, porque el sistema industrial aplicado a la agricultura también debilita a los trabajadores del campo, mientras que la industria y el comercio, por su parte, proporcionan a la agricultura los medios para agotar el suelo"
(...) Con la preponderancia incesantemente creciente de la población urbana, acumulada en grandes centros por la producción capitalista, esta por una parte acumula la fuerza motriz histórica de la sociedad y, por otra, perturba el metabolismo entre el ser humano y la tierra, esto es, el retorno al suelo de aquellos elementos constitutivos del mismo que han sido consumidos por el ser humano bajo la forma de alimentos y vestimenta, retorno que es condición natural eterna de la fertilidad permanente del suelo. Con ello destruye, al mismo tiempo, la salud física de los obreros urbanos y la vida intelectual de los trabajadores rurales. (…) Al igual que en la industria urbana, la fuerza productiva acrecentada y la mayor movilización del trabajo en la agricultura moderna se obtienen devastando y extenuando la fuerza de trabajo misma. Y todo progreso de la agricultura capitalista no es solo un progreso en el arte de esquilmar al obrero, sino a la vez en el arte de esquilmar el suelo; todo avance en el acrecentamiento de la fertilidad de este durante un lapso dado, un avance en el agotamiento de las fuentes duraderas de esa fertilidad. (…) La producción capitalista, por consiguiente, no desarrolla la técnica y la combinación del proceso social de producción sino socavando, al mismo tiempo, los dos manantiales de toda riqueza: la tierra y el trabajador (...)
(...) La libertad solo puede consistir en que el ser humano socializado, los productores asociados, regulen racionalmente ese metabolismo suyo con la naturaleza poniéndolo bajo su control colectivo, en vez de ser dominados por él como por un poder ciego; que lo lleven a cabo con el mínimo empleo de fuerza y bajo las condiciones más dignas y adecuadas a su naturaleza humana.
(Greta Thunberg, extractos de "El Capital", 1867 -1894)
Comentarios
#11 #10 Me lo imagino como la tundra, con hombres severos en falda de cuadros a los que podrán quitar la vida, pero ¡jamás su libertad!
#14 Es un poco eso.
En mi hambre mando yo. Es una especie de letra de nuestro himno nacional.
por eso nos va tan mal en una época en la que todo el mundo aspira a ser la mascota de otro.
#15 ... Ay! el volk, ese espíritu del pueblo. Si es que en el fondo eres un romanticón...
#16 ¿Cómo en el fondo?
¿Como qué en el fondo?
#19 Mira, estaba justo esta semana leyendo algo en torno a esto del volkgeist de parte de Unamuno (las negritas son mías), al o mejor te gusta:
"(...) Lo que a los individuos sucede también a los pueblos. Su espíritu colectivo, el Volksgeist, tiene su fondo subconsciente, por debajo de la conciencia pública, que es la única que en la historia se nos muestra (...) La lengua es el receptáculo de la experiencia de un pueblo y el sedimento de su pensar; en los hondos repliegues de sus metáforas (y lo son la inmensa mayoría de los vocablos) ha ido dejando sus huellas el espíritu colectivo del pueblo, como en los terrenos geológicos el proceso de la fauna viva (...) A partir de comunidad de intereses y de presión de mil agentes exteriores a ellas y que la unen, caminan las voluntades humanas, unidas en pueblo, al contrato social inmanente, pacto hondamente libre, esto es, aceptado con la verdadera libertad, la que nace de la comprensión viva de lo necesario, con la libertad que da el hacer de las cosas leyes de nuestra mente, con la que nos acerca a una como omnipotencia humana. Porque si en fuerza de compenetración con la realidad llegáramos a querer siempre lo que fuera, sería siempre lo que quisiéramos. He aquí la resignación de la raíz viva, no de la muerta, la que lleva a la acción fecunda de trabajar en la adaptación mutua de nosotros y el mundo, a conocerlo para hacerlo nuestro haciéndonos suyos, a que podamos cuanto queramos cuando solo queramos querer lo que podamos llevar a cabo (...) No, señores, no; (...) las naciones son obra de Dios o, si alguno ο muchos de vosotros lo preferís, de la naturaleza. Hace mucho tiempo que estamos convencidos todos de que no son las humanas asociaciones contratos, según se quiso un día, pactos de aquellos que, libremente y a cada hora, puede hacer ο deshacer la voluntad de las partes. "
Claro que después dice:
"Castilla es la verdadera forjadora de la unidad y la monarquía españolas: ella las hizo y ella misma se ha encontrado más de una vez enredada en consecuencias extremas de su obra (...)"
Como son estas cosas de los Volks...
#20 Un pensamiento casi decimonónico. Y romántico.
Y yo creo que superado, en parte. Aunque a veces se nos olvida que muchas de esas facetas siguen ahí.
#12 Bueno, joder... Ya Poncio Pilatos era de Astorga...
Estamos acostumbrados a tener personajes con mala fama.
Parece una descripción de la España vaciada. Así me imagino yo León
#7 Pues te digo que estuve por poner en las referencia a las citas que lo había escrito nuestro ilustre legionense (sí, es la forma culta de leonés, soy así de estirado)feindesland , pero me corte por si se lo tomaba a mal... hablarle de su querida León y de Marx a primera hora de la mañana puede hacer que se le corte el café...
Al final opté por Greta, que no se va a enterar...
#8 León ha sido siempre tierra de peludos. Pero más bien de otro tipo. Durruti era de por aquí...
#9 de todas manerasJohnnyQuest se piensa que León es como Soria... . Es del sur el chaval...
#10 León es la Arabia Saudita de España.
#9 también tenéis al Ferreras ese de la Sexta. Y a Alfonso Rojo. Esos sí que dan miedo.
#9
#17
#0 ¿Estamos citando las citas de Greta Thunberg de El Capital?
#1 Ah! ¿qué no fue Greta Thunberg la autora de esos libros?...
#2 Sabía que Thunberg nos tenía a todos engañados y que era mucho más vieja de lo que parece!
#3 Fue afeitarse la barba y arreglarse el pelo y...
#4 la gente tiene derecho a cambiar
#5 Los hippies no tienen derechos
Está muy bien eso de despreciar la agricultura intensiva en 1870, cuando había 1.500 millones de personas en el planeta. Que el autor intente dar de comer a 7.845.703.389 personas que vivien en la actualidad usando la agricultura que propone.
#21 es el pescado que se muerde la cola, necesitamos la agricultura intensiva para alimentar a 7.800 millones de personas y somos 7.800 millones de personas por la agricultura intensiva. Supongo que pasa con muchas otras cosas...