El azar se empeñó en que dos hombres que jamás coincidieron en vida descansen eternamente bajo el mismo sol, a la sombra de los mismos cipreses y, sobre todo, unidos por la lealtad a una idea que los llevó lejos de sus casas. En Londres, los muertos observan desde arriba literalmente. El cementerio de Highgate, construido en 1839 para asimilar el crecimiento de la capital británica, cuenta con una envidiable vista de la ciudad para aquellos que ya no pueden ver. Ubicado en una privilegiada ladera cerca de Waterlow Park al norte de Camden,...