Se trata del “mayor caso de criminalización de la solidaridad en Europa” en palabras del propio Parlamento Europeo, y tiene como protagonistas a 24 defensores de los derechos humanos y rescatistas, entre los que destacan la siria Sarah Mardini y el irlandés Seán Binder. Ayer empezó su juicio en Mitilene, en la isla griega de Lesbos, y están acusados de permitir la entrada ilegal de personas migrantes —tráfico de personas— y de otros delitos, como la pertenencia a organización criminal. Se trata de delitos que comportan largas penas de cárcel