Bilbao decidió pisar el freno hace un año. Había que circular por todas las vías urbanas a un máximo de 30 km/h. Una medida pionera en ciudades de más de 300 000 habitantes que empieza a arrojar datos de mejora en contaminación ambiental, acústica y siniestralidad. Hoy, la gravedad de los accidentes es menor. La capital vizcaína y su área metropolitana han experimentado una profunda transformación en los últimos 30 años. La ciudad ha sustituido el gris del hollín por el del titanio.
Comentarios
Bilbao ejemplo de movilidad, de carriles bici y de lucha contra el cambio climático, en fin ..
Pero sigue habiendo dos ciudades, la de los ricos y la de los demás.
Me alegro por ello.