La política ultraderechista francesa Marine Le Pen ha reembolsado al Parlamento Europeo unos 330.000 euros que se le reclamaba por el uso fraudulento de fondos para pagar a dos empleados durante su etapa como eurodiputada, en lo que parece el final de un litigio que se remonta al año 2017. Le Pen tiene abierto también un frente judicial por este tema, ya que fue imputada en Francia por el supuesto desvío de fondos para crear una trama de empleos ficticios que pudiese favorecer a su partido.
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Si hay algo que une a toda la extrema derecha europea, además de su discurso de odio y su uso de los bulos y fake news, es su querencia por los chanculleos, fraudes y por las actividades delictivas.