El documento, que se reproduce en esta página, es una “propuesta de investigación por informaciones recibidas” que incluye, entre otras personas, al entonces fiscal jefe de Catalunya, Martín Rodríguez Sol, o a la empresaria Sol Daurella, presidenta y principal accionista de la empresa embotelladora de Coca Cola, miembro de la tercera generación de la saga familiar y tenedora de una de los principales patrimonios económicos españoles.
El primero, cuando Rodríguez Sol abrió diligencias contra El Mundo por la publicación el 17 de noviembre del 2012, a una semana de las elecciones catalanas, de un informe falso sobre cuentas de Jordi Pujol y Artur Mas en Suiza y Liechtenstein.
En el Gobierno sentó mal esa acción contra una operación que en realidad estaba instigada por el mismo. Una investigación posterior del entonces jefe de la Unidad de Servicios Internos de la Policía, Marcelino Martín Blas, concluyó certificando su absoluta falsedad. De ello informó Fernandéz Díaz en el Congreso, omitiendo que había recibido documentos de la cúpula policial, mencionando esas cuentas fantasma.
El segundo choque del fiscal con el Gobierno de Mariano Rajoy se produjo en el mes de marzo siguiente, cuando aún descartando que la legalidad amparase un referéndum sobre la independencia de Catalunya, se mostraba partidario de encontrar una fórmula que permitiera consultar a la ciudadanía: “al pueblo hace falta darle la posibilidad de expresar lo que quiere; en general a cualquier pueblo”. En un clima de presión mediática en Madrid en favor de su cese, el Fiscal General del Estado, Eduardo Torres-Dulce anunció inmediatamente que le abría un expediente de destitución. Rodríguez Sol se anticipó presentando su dimisión.
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El primero, cuando Rodríguez Sol abrió diligencias contra El Mundo por la publicación el 17 de noviembre del 2012, a una semana de las elecciones catalanas, de un informe falso sobre cuentas de Jordi Pujol y Artur Mas en Suiza y Liechtenstein.
En el Gobierno sentó mal esa acción contra una operación que en realidad estaba instigada por el mismo. Una investigación posterior del entonces jefe de la Unidad de Servicios Internos de la Policía, Marcelino Martín Blas, concluyó certificando su absoluta falsedad. De ello informó Fernandéz Díaz en el Congreso, omitiendo que había recibido documentos de la cúpula policial, mencionando esas cuentas fantasma.
El segundo choque del fiscal con el Gobierno de Mariano Rajoy se produjo en el mes de marzo siguiente, cuando aún descartando que la legalidad amparase un referéndum sobre la independencia de Catalunya, se mostraba partidario de encontrar una fórmula que permitiera consultar a la ciudadanía: “al pueblo hace falta darle la posibilidad de expresar lo que quiere; en general a cualquier pueblo”. En un clima de presión mediática en Madrid en favor de su cese, el Fiscal General del Estado, Eduardo Torres-Dulce anunció inmediatamente que le abría un expediente de destitución. Rodríguez Sol se anticipó presentando su dimisión.
Como la mismísima mafia.
Muro de pago
definitivamente todos los seguimientos e investigaciones deberían ser responsabilidad de la agencia nacional de seguridad correspondiente.