El egoísmo individualista promovido por el liberalismo ha generado representantes egocéntricos, la privatización de las ganancias y la impotencia del pueblo, desde la crisis de las hipotecas subprime hasta el genocidio palestino ignorado. La voluntad popular se ve vaciada, mientras los medios de comunicación y las instituciones reprimen cualquier disidencia. Una consolidación de un sistema oligárquico encubierto. Hoy triunfa en todas las redes el espectáculo de la impotencia absoluta de los pueblos democráticos liberales.
|
etiquetas: democracia liberal , fracaso , liberalismo