Durante más de cuatro décadas, la política exterior de Estados Unidos se edificó sobre una creencia que estructuró su política exterior: la idea de que el desarrollo económico acabaría, más temprano que tarde, generando formas institucionales afines a la democracia liberal. El comercio no era, en este esquema, un simple intercambio de bienes sino una herramienta civilizatoria. Integrar a economías autoritarias en el mercado global era visto como el primer paso —quizá lento, pero inevitable.
|
etiquetas: fin , creencia , comercio , democracia , paradigma , unilateral
Los chinos siguen creyendo en el comercio internacional.