Dice Alzorriz (PSN) que “derribar ese monumento también es derribar la memoria y nosotros queremos conservar la memoria para no repetir”. Se refiere a los Caídos, que fue erigido en 1942 para mayor gloria del bando golpista que asesinó a miles de personas en Navarra.
La memoria que interesa conservar son las fosas comunes y los campos de concentración. Museos describiendo los horrores y las matanzas habidas y ocurridas sobre todo en la posguerra. No hay que olvidar el horror ocurrido para no repetirlo.
Conservar monumentos que glorifican a los asesinos traidores a su patria y destinar dinero público para ello, es cuando menos un insulto gravísimo a la memoria de las víctimas. Cualquiera con media neurona (que desgraciadamente nos sobra gente lobotomizada de esa) podría pensar que estuvo bien y tuvo un resultado bonito, si no le da por investigar e informarse de las décadas de hambruna, estraperlos, necesidades vitales sin cubrir, gente emigrando masivamente para poder mantener a sus familias, robos impunes por parte de dirigentes/militares/amiguetes, etc...
Yo destruiría todos los que quedan, salvo los de alto valor artístico, que dudo que haya.
Todavía sigue vivo el dolor de la dictadura, lo suficiente como para no soportar la existencia de monumentos y símbolos que ensalcen la memoria de los que participaron en su imposición.
Tal vez a partir de 2075, cuando hayamos muerto todos los que sufrimos la dictadura, tal vez los monumentos y símbolos que queden se puedan soportar. Los humanos que sigan vivos que hagan entonces lo que quieran.
no hay memoria: hay insulto. Se insulta a los fallecidos del bando republicano, se les ningunea, se mantiene en pie una estructura erigida para gloria única de unos y escarnio de otros. No hay memoria, hay ensañamiento.
Comentarios
Ay, el PSN. Que miren de dónde salieron sus cargos durante la transición.
Pista, empieza por F, y termina con "alange".
La memoria que interesa conservar son las fosas comunes y los campos de concentración. Museos describiendo los horrores y las matanzas habidas y ocurridas sobre todo en la posguerra. No hay que olvidar el horror ocurrido para no repetirlo.
Conservar monumentos que glorifican a los asesinos traidores a su patria y destinar dinero público para ello, es cuando menos un insulto gravísimo a la memoria de las víctimas. Cualquiera con media neurona (que desgraciadamente nos sobra gente lobotomizada de esa) podría pensar que estuvo bien y tuvo un resultado bonito, si no le da por investigar e informarse de las décadas de hambruna, estraperlos, necesidades vitales sin cubrir, gente emigrando masivamente para poder mantener a sus familias, robos impunes por parte de dirigentes/militares/amiguetes, etc...
Yo destruiría todos los que quedan, salvo los de alto valor artístico, que dudo que haya.
Todavía sigue vivo el dolor de la dictadura, lo suficiente como para no soportar la existencia de monumentos y símbolos que ensalcen la memoria de los que participaron en su imposición.
Tal vez a partir de 2075, cuando hayamos muerto todos los que sufrimos la dictadura, tal vez los monumentos y símbolos que queden se puedan soportar. Los humanos que sigan vivos que hagan entonces lo que quieran.
no hay memoria: hay insulto. Se insulta a los fallecidos del bando republicano, se les ningunea, se mantiene en pie una estructura erigida para gloria única de unos y escarnio de otros. No hay memoria, hay ensañamiento.
Ensalzar a los asesinos ni más,ni menos...
Se puede resignificar el edificio.