Hace 5 meses | Por TDI a nytimes.com
Publicado hace 5 meses por TDI a nytimes.com

Cuando Flint, Michigan, anunció en septiembre que se incinerarían 68 armas de asalto recogidas en una recompra de armas, la ciudad citó su política de no revender nunca armas de fuego. Pero las armas de Flint no iban a ser fundidas. En lugar de eso, fueron a parar a una empresa privada que ha recaudado millones de dólares cogiendo armas de fuego de agencias policiales, destruyendo una sola pieza de cada arma con el número de serie estampado y vendiendo el resto como kits de armas casi completos.

Comentarios

Katapulta

El negocio de la libertad a crear guerras. La libertad para propiciar guerras, la libertad de incitar guerras por intereses económicos personales.

La libertad. Sin más.

Defender la libertad sin más es cabalgar contradicciones.

Cabre13

Nunca deja de asombrarme las trampas de trileros que tienen montadas en EEUU para tener excusas legales con las que vender armas o piezas de armas sin ningún tipo de control.

Pointman

Eso lo pensé en su momento. Hay unas piezas en el arma que son lo que realmente se considera legalmente como arma (por eso van marcadas). Suelen ser el cerrojo, donde va la recámara, el martillo, el propio armazón... creo que depende del tipo de arma. El resto de piezas son "complementos". Las piezas controladas son las fundamentales para el funcionamiento del arma.

Ahora habría que ver como están los contratos para la cesión. Si es que las autoridades son idiotas, las empresas se estan pasando de listas, o ambas partes planificaron el tema así. Yo apuesto por la última