Hace 4 meses | Por TDI a continent.substack.com
Publicado hace 4 meses por TDI a continent.substack.com

En la industria energética, la gasolina más barata y sucia se denomina "de calidad africana". Este tipo de gasolina, con altos niveles de sustancias tóxicas, está prohibida en Europa. Pero los grandes comerciantes internacionales de petróleo, como Trafigura y Vitol, siguen vendiendo este combustible sucio a los países de África Occidental, a pesar de los riesgos demostrados para la salud de las personas y el medio ambiente. Con ello, eluden los esfuerzos destinados a mejorar la calidad del aire de las ciudades de África Occidental.

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powernergia

No sé si es que alguien pensaba que una parte del petróleo se iba a tirar a la basura o enterrarlo.

Se aprovecha y se seguirá aprovechando hasta la última gota.

TDI

según una investigación de meses de The Continent, realizada en colaboración con las plataformas de periodismo de investigación Apache y Spit (en Bélgica y Países Bajos, respectivamente).

La gasolina y el gasóleo de baja calidad son un grave problema para la calidad del aire en África Occidental.

Estos combustibles sucios contienen azufre y benceno, que pueden provocar cáncer, así como manganeso, que daña las piezas del motor, los filtros de partículas y los catalizadores. El peligro potencial para la salud es grave: en 2016, la ONG suiza Public Eye estimó que la prohibición de los combustibles con alto contenido en azufre podría evitar decenas de miles de muertes prematuras. El problema es tan común que los mecánicos de automóviles en Accra, por ejemplo, envían regularmente mensajes de texto de advertencia a sus clientes: "¡Tengan cuidado! Otra vez hay combustible malo en el surtidor".

En las últimas décadas, la Unión Europea ha endurecido sus normas sobre el azufre en la gasolina, permitiendo sólo 10 partes por millón.

Pero la normativa en la mayor parte de África es mucho menos estricta. La Comunidad Económica de los Estados de África Occidental permite hasta cinco veces más azufre, aunque no todos los Estados miembros cumplen esta norma. Nigeria todavía permite hasta 15 veces más.

Los grandes comerciantes de petróleo, a menudo con sede en Suiza, pero que operan en todo el mundo -como Trafigura y Vitol- han convertido esto en un modelo de ingresos. Mezclan combustibles con mucho más azufre, benceno y manganeso de lo permitido en Europa y los venden a clientes africanos. Estos combustibles son mucho más baratos, porque es caro eliminar el azufre de la gasolina.

Los Países Bajos y Bélgica constituyen un importante centro de ese comercio. Ámsterdam, Rotterdam y Amberes son puntos neurálgicos para la mezcla de gasolina. En los últimos cinco años, más de la mitad de la gasolina importada por los países de África Occidental procedía de los Países Bajos y Bélgica, y gran parte de ella habría sido ilegal en Europa.

Esto cambió el año pasado, cuando los Países Bajos introdujeron nuevas y estrictas restricciones a la exportación de combustible sucio. Con esta medida se pretendía proteger la calidad del aire en las ciudades africanas. Desde abril, las empresas no pueden exportar combustibles con más de 50 ppm de azufre o demasiado benceno o manganeso desde los Países Bajos a África Occidental.

"Usted, como productor, es responsable de mejorar las normas y, por tanto, ya no puede exportar productos que sabe -o debería sospechar- que son nocivos", explica Mariëtta Harjono, especialista en combustibles de la agencia gubernamental neerlandesa encargada de aplicar la nueva ley. "Esto es nuevo para los grandes comerciantes de petróleo. Pero comerciar como estaban acostumbrados ya no es posible".

Harjono dijo que los grandes comerciantes suizos intentaron eludir la nueva norma amparándose en una cláusula antiespionaje de la legislación suiza, que les prohíbe compartir la composición del combustible con organismos estatales extranjeros.

"Algunos grandes comerciantes de petróleo necesitaban algo de presión", dijo Harjono, con una sonrisa.

"Hemos mantenido conversaciones administrativas y les hemos amenazado con multas. Ahora cumplen las normas y tenemos una buena visión de conjunto de lo que se exporta desde los Países Bajos".

La nueva normativa parece estar surtiendo efecto: un análisis de las cifras de comercio de combustible muestra que las exportaciones de los Países Bajos a África Occidental han descendido de 24,2 millones de litros diarios a sólo 7,8 millones desde su introducción.

Pero los combustibles sucios siguen llegando a las gasolineras de África Occidental. "No es un problema que los Países Bajos puedan resolver solos", afirma Bright Simmons, vicepresidente del grupo de reflexión Imani-Africa, con sede en Accra. "Los comerciantes están en Suiza. Holanda no es más que un puerto de tránsito".

Las empresas de almacenamiento en tanques de los Países Bajos, cuyos negocios se han visto muy afectados por la nueva normativa, están de acuerdo. "La demanda de estos combustibles baratos en África Occidental sigue existiendo. Si no los suministramos nosotros, lo hará otro", argumenta el abogado de dos empresas de almacenamiento de tanques.

En efecto, parece que los comerciantes ya han trasladado sus operaciones a lugares con normativas menos restrictivas. El puerto belga de Amberes ha aumentado drásticamente su cuota de exportación de combustible a África Occidental. Simmons sostiene que una solución mejor sería prohibir en toda la UE la exportación de combustibles sucios, pero incluso en ese caso los comerciantes podrían trasladar sus operaciones aún más lejos, a puertos de Oriente Medio o Asia.

En respuesta a las preguntas del consorcio de investigación, tanto Vitol como Trafigura -primera y segunda comercializadoras de petróleo del mundo, respectivamente- afirmaron que cumplen plenamente toda la normativa aplicable. "Sólo los propios países de África Occidental pueden establecer requisitos para los combustibles", afirmó Vitol. "Los importadores comprarán el producto con el precio más competitivo que cumpla esos requisitos locales, independientemente del país del que proceda el combustible".

En otras palabras: Vitol seguirá vendiendo combustibles sucios a los países de África Occidental, hasta que esos países le digan que no lo haga.

Harjono, el especialista holandés en combustibles, tiene otra solución: "Por supuesto, es mucho mejor si el crudo de África Occidental también se puede refinar in situ, en lugar de tener que enviarlo dos veces al otro lado del mundo".

D

Se enfoca la problemática y la culpa sobre las empresas, cuando estas simplemente venden un producto que la legislación local de esos países africanos permiten.

Otra cosa que se menciona de soslayo es que se podría refinar en África directamente, pero es prácticamente imposible construir unas instalaciones así en esos países debido a la corrupción e inestabilidad; y no os creáis que las empresas aun así no lo intentan.