Hace 1 año | Por News333 a blogs.publico.es
Publicado hace 1 año por News333 a blogs.publico.es

El pasado martes, confundido entre la marabunta de turistas y burlando las ordenanzas municipales, un artista chileno llamado Nicolás Miranda se adentró en el paisaje desértico de la Puerta del Sol y plantó una figura pedestre de Juan Carlos I. Era una escultura enana y poca cosa pero en las fotografías aparenta una estatura de coloso. El rey viejo, un rey de poliuretano metalizado, sostiene una escopeta con destreza de francotirador y pone en el punto de mira a otra estatua, la concurrida estatua de la osa y el madroño, que ya no ocupa una dis

Comentarios

Ergo

"...paisaje desértico de la Puerta del Sol..." lol

arturios

#2 Por la falta de árboles, así se matan dos osos de un tiro lol

D

Buen y entretenido artículo.

Un reflejo de la mierda legal en la que estamos metidos al mezclar leyes obsoletas (sentimientos religiosos, injurias a la corona...) con nuevas leyes de república bananera (ley mordaza):
Que Nicolás Miranda llegara a la Puerta del Sol acompañado de su abogado dice mucho acerca de nuestras maltrechas libertades públicas.

Sin embargo, no estoy de acuerdo con la conclusión del artículo (dejar de meterse con el emérito y empezar a darle caña al preparadísimo).
Yo diría que hay que meterles caña a los dos por igual.
Ni mucho menos debemos olvidar todas las corruptelas del viejo sólo porque ya se haya jubilado.

D

#1 sabe este que uno no puede poner sus mierdas en un espacio público sin permiso? El chileno que se pire a su país. Toda ls inutilidad roja de Latinoamérica acaba en el Madrid de Ayuso viviendo bien

Mala

Mire... esto es una cosa que llevaba yo en la mano y la he dejado aquí un ratito para descansar. A la media hora descansar un metro más lejos.