Hace 1 año | Por perej a blogs.publico.es
Publicado hace 1 año por perej a blogs.publico.es

Explicación de la respuesta de Colau a una estudiante. El relato de sus disculpas y de la posterior respuesta de la estudiante.

Comentarios

D

Leí la carta de la chica. La pregunta que quería hacer era interesante, pero, tal vez, la formuló mal. La reacción de Colau fue poco elegante, pero la puedo entender. La elegancia la tuvo después, al disculparse. Y la joven periodista parece una chica inteligente, con la cabeza bien amueblada, a tenor de sus palabras en su artículo explicativo, y de su negativa a conceder entrevistas percatándose rápidamente de que pretendían utilizarla como una arma política. Un aplauso para ella por negarse, y por hacer público esto.

D

“Periodismo es publicar lo que alguien no quiere que publiques. Todo lo demás son relaciones públicas”

George Orwell



Pobre chica, igual ha empezado a molestar demasiado pronto.

D

Este es el artículo de la estudiante de periodismo, por si interesa:

"Soy la chica de la pregunta en Colau. Me gusta la moda y sigo desde hace tiempo a expertos en comunicación política y estética. Por eso hice la pregunta. Yo quería saber cómo la alcaldesa preparaba el lenguaje no verbal y simbólico desde un punto de vista político; ella, que ha utilizado mucho estos simbolismos en la indumentaria, en toda su carrera. Porque la ropa, los pinos, los sombreros, los lazos, las corbatas y los colores también son estrategia política, comunican y quieren decir cosas. Yo quería que explicase la evolución de su imagen y qué significado político podía tener. Y no, no era ninguna pregunta machista. Era una pregunta sobre comunicación, sobre comunicación no verbal, moda y política. Habría preguntado lo mismo a Pedro Aragonés, Pablo Iglesias, David Fernández o Ferran Pedret. No cabe duda.

Estudio periodismo (por cierto, hago tercero, no cuarto, como se ha dicho en los medios). Y en ese encuentro con la alcadesa aprendí, de repente, muchas cosas. Y a mí nunca me ha gustado ser protagonista de nada. Por eso este artículo no lo firmo con mi nombre real y por eso no he aceptado ninguna de las muchas peticiones de entrevista que me han hecho llegar de medios de aquí y de Madrid. Pero después de lo ocurrido quiero contarme. Y quiero hacerlo yo, sin filtros.

Todo ello ha sido, en pocas horas, una lección acelerada. Demasiado. He abierto los ojos y he visto cómo puede ser el periodismo, esa profesión que estudio y que ahora he aprendido que no siempre es amable. Durante el acto, que era una entrevista colectiva de los estudiantes de tercero (y de los redactores y redactoras del Diari de Barcelona, que son los que hacen cuarto) a la alcaldesa, se dijeron muchas cosas, algunas muy interesantes; y, en cambio, los titulares, casi todos, hablan sólo de mí. De mí, sí, que como digo no quiero ser la protagonista… Un malentendido, un mal momento, un paso en falso, una mochila demasiado llena… No sé lo que pasó, pero mi pregunta era sincera, honesta y creo que respetuosa, desde el interés por la moda y por la comunicación. Al lado de otras preguntas que se hicieron la mía no era de las más relevantes. Y en cambio acaparó toda su atención. ¿Decepcionada? Sí. ¿Todavía quiero ser periodista? Sí. Pero esto ha sido una dosis quizá demasiado dura de realidad.

Para que quede claro: no quiero ser instrumentalizada. Ni ser arma política alguna contra nadie. Así es como me he oído estas últimas horas. Yo sólo quería preguntar por el significado político de la indumentaria a una persona pública de primer nivel que ha hecho uso de este recurso, porqué me interesa y porqué en el mundo digital en el que vivimos cada detalle es cada vez más importante. No lo digo yo, lo dicen los que sí saben y yo estoy aquí para aprender. Y por eso también me sabe mal que se me utilice para atacar a Ada Colau. No es justo, ni para ella ni para mí. Su respuesta me dolió, sí, pero aún me dolió todo lo que vino después. La perversión de la política. Y la perversión de un oficio que quiero y con el que aún hoy me estoy reconciliando.

Soy feminista, tengo veinte años ya veces me he sentido juzgada por ser mujer y por la ropa que llevo. Y no me gusta nada. Por eso me dolió que Ada Colau se sintiera así. Porque la respeto, como mujer y como alcaldesa. Ni la juzgué ni quería hacerlo. Pero tampoco quería que ella lo hiciera conmigo.

Dicho todo esto, por si a alguien le interesa, hoy voy con unas Dr. Martens y unos vaqueros negros. Y acabo de llegar a casa en tren, agotada. No fue una semana fácil. Y quizá por eso me he puesto Martens. Se avecinan exámenes. La próxima semana debo transmitir, como sea, seguridad. Miraré lo que tengo en el armario.



(ah, y que cada uno se vista como buenamente le plazca, sólo faltaría)"

D

Leyendo el artículo, me encuentro con esta línea:

"Paga el pato el menos culpable". En este caso, la menos.

Se le entiende señora periodista. No es necesario clarificar.

D

#3 Es una expresión bastante común, en mi opinión. No es necesario clarificar, es una cuestión de estilo. Yo la uso muchas veces. Puede no gustarte el estilo, pero intuyo que le estás viendo un significado que no creo que tenga.

D

#4 Yo uso la frase también muchas veces.

No comprendo a qué te refieres con lo de "estilo".

D

#6 Cada cuál tiene su estilo a la hora de escribir. Hay gente a la que poner "Paga el pato el menos culpable", les parece suficientes. Pero otras personas (yo, por ejemplo), nos parece más adecuado, y va con nuestro estilo al redactar, añadir una clarificación. En este caso, ella decide poner "en este caso la menos". Yo quizá habría puesto: "en este caso, una joven aprendiz de periodista", porque suelo cargar más los textos.

D

#7 Yo lo destacaba por la intención aparente de aclaración del genero que destacan en el artículo, la cual me parece una redundancia añadirlo en el texto. Tan redundante que me hizo dejar de leer sólo para destacarlo en este hilo. Esta redundancia no me ayudó a continuar con la lectura, aunque por conocer más los antecedentes y qué es lo que ha ocurrido, luego he continuado buscando otras fuentes distintas a la de Publico.

La aclaración que haces tú es más incidir en quién ha sido esa persona menos culpable, añadiendo más datos, como que es una persona joven estudiante de periodismo la afectada. Esa manera me parece muy distinta (y por cierto, mejor expresada que por la periodista de Público).

D

#8 Bueno, mi manera te parece mejor porque no soy periodista, vengo de humanidades pero de otro ramo (historia)... no quiero decir con esto que los periodistas no sepan escribir. Pero no lo hacen demasiado bien: van a destajo.