Dice el refranero español que a la tercera va la vencida, pero también afirma que no hay dos sin tres. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso parece haberse encomendado a la primera fórmula para relanzar, de nuevo, el macroproyecto de la Ciudad de la Justicia, porque la segunda lo aboca irremediablemente al fracaso. Lo puso en marcha Esperanza Aguirre en 2004. Lo intentó reflotar en 2015 Ignacio González.
Para muchos los extranjeros van a engañar con las ayudas, los pobres van a engañar con los subsidios, los viejos van a engañar con los medicamentos, las mujeres van a engañar con las bajas.El desfalco de constructoras y quién lo permite,todo bien.
#1 Todos tienen algo en común: que no tienen poder. Los mierdas siempre van a ir a por los débiles y ser sumisos con los poderosos, así tenemos a esa gentuza llamando "privilegiados" o "mantenidos" a unos mientras defienden a la monarquía, iglesia o grandes empresarios.
#3 Quienes perciben una ayuda por estar en condiciones de pobreza (que no son exclusivas de los extranjeros), por ejemplo, ¿son las ratas o las cucarachas?
No sé qué tipo de sociedad quieres, pero desde mi punto de vista que seamos una "sociedad" implica hacernos cargo de quienes tienen malas rachas, padecen enfermedades, etc. Si con la excusa de "como los ricos roban" no podemos permitirnos mantener o ayudar a quien lo necesita para que no se nos acuse de defender otros robos, mejor olvidar que somos una sociedad con todo lo que ello implica.
Y puede que lo digas porque hay quien se aprovecha de las ayudas, pero eso no lo he justificado en ningún momento. Me he referido a la escoria que generaliza y criminaliza a colectivos vulnerables, porque son unos miserables que jamás van a señalar a los poderosos.
Eso con los sobre-costes habituales va a salir por un auténtico pastón. Menos mal que los madrileños tienen los seguros privados sanitarios a menos de cien euros mensuales, y pueden ir a rezar a casi cualquier centro educativo para que nunca tengan que usar dicho seguro.
Comentarios
Para muchos los extranjeros van a engañar con las ayudas, los pobres van a engañar con los subsidios, los viejos van a engañar con los medicamentos, las mujeres van a engañar con las bajas.El desfalco de constructoras y quién lo permite,todo bien.
#1 Todos tienen algo en común: que no tienen poder. Los mierdas siempre van a ir a por los débiles y ser sumisos con los poderosos, así tenemos a esa gentuza llamando "privilegiados" o "mantenidos" a unos mientras defienden a la monarquía, iglesia o grandes empresarios.
#1 #2 Y como mantenemos cucarachas, tenemos que mantener ratas.
Y como mantenemos ratas, tenemos que mantener cucarachas...
Ya, muy lógico todo. Tapando unas mierdas con otras, y que no quiten la mía, que siempre hay quien roba más que yo...
#3 Quienes perciben una ayuda por estar en condiciones de pobreza (que no son exclusivas de los extranjeros), por ejemplo, ¿son las ratas o las cucarachas?
No sé qué tipo de sociedad quieres, pero desde mi punto de vista que seamos una "sociedad" implica hacernos cargo de quienes tienen malas rachas, padecen enfermedades, etc. Si con la excusa de "como los ricos roban" no podemos permitirnos mantener o ayudar a quien lo necesita para que no se nos acuse de defender otros robos, mejor olvidar que somos una sociedad con todo lo que ello implica.
Y puede que lo digas porque hay quien se aprovecha de las ayudas, pero eso no lo he justificado en ningún momento. Me he referido a la escoria que generaliza y criminaliza a colectivos vulnerables, porque son unos miserables que jamás van a señalar a los poderosos.
#4 Quienes cometen fraude con las ayudas, son las cucarachas, si te parece. No quienes la reciben, no jorobemos.
Yo, en todo momento he entendido que hablamos de lso que explotan al sistema, viviendo de defraudar.
Date cuenta que respondes a alguien que utiliza media docena de veces la palabra "engañar"
#5 Claro, precedido de un "para muchos" y añadiendo al final que nunca critican a los constructores. Es a esos a quienes yo me refiero.
#3 Necesitas la atención de un entomólogo.
Eso con los sobre-costes habituales va a salir por un auténtico pastón. Menos mal que los madrileños tienen los seguros privados sanitarios a menos de cien euros mensuales, y pueden ir a rezar a casi cualquier centro educativo para que nunca tengan que usar dicho seguro.