Jesús Irurre tiene una pelota de baloncesto en casa. “Se me sigue dando bastante bien”, afirma. Ahora la usa sobre todo con su nieta, en el parque que hay justo debajo de su casa. Fue también ante una canasta, pero en una pista bien distinta, donde habló por primera vez con Salvador. Era noviembre del 73. Él, carcelero, había llegado pocas semanas antes a Barcelona. Tenía 23 años y dos hijos. Puig Antich hacía meses que estaba en la Modelo. Lo habían condenado a muerte por matar a un policía y pasaba 23 horas al día en aislamiento.
Comentarios
#3 No, si preguntaba porque a mi no me lo permitía
Muro de pago?
#1 Lo he leído en navegación privada aunque solo deja la entradilla,bastante larga por cierto y que te da una idea de la transformación de este hombre de ser una persona amorfa a tomar conciencia en su relación con Puig Antich.Relato humano donde los haya.
#1 Se puede leer con bypass clean en Firefox perfectamente, y al ser una entrevista solo está en El Pais, que yo sepa al menos. Si esa entrevista está en otro medio, por favor inclúyelo, gracias.
Si la lees verás que merece la pena la historia de este señor, que gracias a su contacto con Salvador pasó de ser no tener ninguna inquietud política a ser el secretario general del primer sindicato de funcionarios de prisiones, y a interesarse por el anarquismo.