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Agresividad al poder. Llámala sicópata o fascista o mentirosa o narcisista o naci o intolerante o corta, muy corta, da igual. Lo que está pasando lo recordaremos por décadas como el principio de todo lo que se nos viene encima por culpa de que los pobres van a sufrir y desear que el resto sufra.
Sus palabras y las de otros similares hace décadas que se están imponiendo a la sensatez y va a ir a peor, mucho peor. Y en esto el principal enemigo ha sido el PSOE que ha simulado que los intentaba parar pero son los que por jugar a los mismos juegos de poder, los han usado como arriete contra los valores y coherencia de los que quieren reforzar la democracia.
La democracia corrompida, es decir todo lo contrario, es lo que quieren los agresivos, para poder gritar aun más alto sus desprecios a los valores democráticos pretendiendo que ellos saben solucionarlo todo bien cuando no les ponen límites. En el fondo quieren eso, que les den un poder sin límites. Y tras años de sufrir fuerte, el pueblo acumula tanto odio que el lenguaje de los valores democráticos ya no llega.
Olvidamos tan fácilmente nuestros valores pisándolos con nuestra rabia que nos quedamos sin responsabiliidad y perdido el equilibrio ya no vemos los valores humanos, solo la supervivencia y el odio.
OPORTUNIDADES A PERFILES ‘DESCONOCIDOS’
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Por cierto, Andrea Levy, vocal de la Junta Directiva no estuvo en el Congreso el viernes.:
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