En la hegemonía neoliberal, la libertad se ha convertido en un instrumento indispensable para su construcción ideológica, pero no en un sentido radical del término, ni siquiera político, sino puramente económico. (...)
Y si buscamos ejemplos actuales de este vaciamiento, basta alzar la mirada y darse cuenta de quiénes han convertido la libertad en un producto prefabricado: Javier Milei e Isabel Díaz Ayuso. Ambos llenan su boca cada día con eslóganes huecos en nombre de un significante que se les queda demasiado grande.