En el último momento, pero por todo lo alto. Así se alzó ayer el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con el Oscar al mejor actor por su papel de agente de la KGB a las órdenes de Vladímir Putin. En una escena que se recordará como parte de la historia del espectáculo, Trump interpretó el viernes, junto a su vicepresidente, J. D. Vance, una escena aterradora en la que ambos acorralan al líder de Ucrania, Volodímir Zelenski, haciendo gala de las técnicas de acoso típicas de los agentes rusos.