Muchas veces están ubicados en viveros y parques empresariales, donde todo tiene poco uso, a veces casi a estrenar. En esos espacios es donde supuestamente se aplica ese concepto denominado “Edificio inteligente”. Pero en muchas ocasiones, el día a día de los que usan el edificio es muy distinto. Y se nota la mano “chapuzilla” del ser humano, que trata de mitigar errores que deberían haber sido identificados mucho antes de construir el edificio.
Comentarios
En mi edificio inteligente tenemos de todo: folios en el techo por donde sale el aire, armarios contra el cristal para evitar el sol directo, puertas "automáticas" siempre abiertas y con el sensor automático desconectado... eso sin contar con la eterna lucha dentro de mi ala del "me congelo" vs "me aso de calor". Nunca hemos conseguido estar todos a gusto a la vez
Inteligencia es otra cosa. Eso de los edificios no es más que chapuzas vendidas como novedad.