—El festival lo organiza la Unión Europea de Radiodifusión, ¿no?— preguntó Thomas Kinskyn desde Alemania
—Sí, eso mismo —respondió una voz femenina desde Bruselas.
—Pues entonces, ya me diréis qué problema hay en que participe la Televisión Vaticana. El año pasado, llegó San Marino a la final...
—No, si no hay ningún problema real... Es de otro tipo.
—¿De qué tipo?
—Ahora todos los carcas y ultraderechistas votan a Israel, por molestar. ¿Y si les da por votar al Vaticano? —preguntó Jansen desde Noruega.
—Pues ganará el Vaticano. ¿Qué problema hay? Quieren presentar a un grupo de monjes cantando una canción medieval gregoriana...
—Son seis minutos de canción...
—¡Joder, que ese sea nuestro mayor problema! A ver qué hacen contra eso los israelíes —se burló el representante de España.
Alguien se rió desde Italia
—¡Ni siquiera los carcas son infinitos! ¡Probemos!