Big Bang

Solo existía el punto primigenio. Explotó en millones de otros puntos. Disparados, los puntos trazaron las primeras líneas, como lluvia.

Comprimiendo línea sobre línea el tiempo y la presión crearon las primeras superficies. Luego, las formas tridimensionales, tus curvas, el espacio, la luz, tu sonrisa, el viento, las sombras. Sombras en tu ombligo; pero también sobre el terreno, dibujadas por el sobrevuelo de los aviones y sus bombas.

Mi dios me dijo que me olvidara de ti y del amor. Que repartiera ira por las tierras de las gentes. Una ira primigenia que también explota en millones de otras iras. Se disparan, trazan guerras irresolubles, contaminan con hambre los suelos y deforman el futuro.

¿Quién me iba a decir que un misil me haría recordar de nuevo la paz? Aquí, inmóvil, en la cama del hospital, sin ti. Deshaciéndose mis formas, superficies y líneas; a la espera del punto final.