La calculadora de Apple tuvo una fuga 32 GB de RAM. No usada. No asignada. Fugada. Una simple aplicación de calculadora está perdiendo más memoria de la que la mayoría de los ordenadores tenían hace una década. Hace veinte años, esto habría desencadenado parches de emergencia y análisis post mortem. Hoy, es solo otro informe de error en la cola.