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![William Shatner: Mi viaje al espacio me llenó de tristeza [ENG]](https://cdn.mnmstatic.net/cache/38/f7/media_thumb_2x-link-3733307.jpeg?1665214806)
#1:
Traducción automática:
En este extracto exclusivo del nuevo libro de William Shatner, "Boldly Go: Reflections on a Life of Awe and Wonder", el actor de "Star Trek" reflexiona sobre su viaje al espacio en el transbordador Blue Origin de Jeff Bezos el 13 de octubre de 2021. A sus 90 años, Shatner se convirtió en la persona viva de más edad en viajar al espacio, pero como el actor y autor detalla a continuación, se sorprendió de su propia reacción a la experiencia.
Así que fui al espacio.
Nuestro grupo, formado por mí, el magnate de la tecnología Glen de Vries, la vicepresidenta de Blue Origin y antigua controladora de vuelos de la Estación Espacial Internacional de la NASA, Audrey Powers, y el antiguo ingeniero de la NASA, el Dr. Chris Boshuizen, había realizado varios simulacros y cursos de formación para prepararse, pero sólo se puede preparar hasta cierto punto para un viaje fuera de la atmósfera terrestre. Como si percibieran ese sentimiento en nuestro grupo, el equipo de tierra no dejó de tranquilizarnos durante el trayecto. "Todo va a ir bien. No os preocupéis por nada. Todo está bien". Claro, para ellos es fácil decirlo, pensé. Se quedan aquí en tierra.
Durante nuestra preparación, habíamos subido once pisos del pórtico para ver cómo sería cuando el cohete estuviera allí. Luego nos acompañaron a una gruesa sala de cemento con tanques de oxígeno. "¿Para qué es esta sala?" pregunté despreocupadamente.
"Oh, ustedes entrarán aquí si el cohete explota", respondió con la misma indiferencia un compañero de Blue Origin.
Ajá. Una sala de seguridad. A once pisos de altura. En caso de que el cohete explote.
Bueno, al menos han pensado en ello.
Cuando por fin llegó el día, no podía quitarme el Hindenburg de la cabeza. No lo suficiente como para cancelar, por supuesto, me considero un profesional, y estaba reservado. El espectáculo tenía que continuar.
Nos situamos dentro de la cápsula. Tienes que atarte en un orden específico. En el simulador, no lo hice siempre, así que mientras estaba sentado, esperando el despegue, la importancia de navegar por la ingravidez para volver y atarse al asiento correctamente estaba en mi mente.
Eso, y el accidente del Hindenburg.
Entonces se produjo un retraso.
"Lo siento, amigos, hay una pequeña anomalía en el motor. Sólo serán unos momentos".
¡¿Una anomalía en el motor?! Eso suena un poco serio, ¿no?
Una anomalía es algo que no pertenece. ¡¿Qué hay actualmente en el motor que no pertenece allí?!
Y lo que es más importante, ¿por qué nos dicen eso? Hay un momento para la honestidad sin tapujos. Lo entiendo. Este no lo era.
Aparentemente, la anomalía no era demasiado preocupante, porque treinta segundos más tarde, nos autorizaron a despegar y comenzó la cuenta atrás. Con todo el ruido, el fuego y la furia asistentes, despegamos. Pude ver cómo la Tierra desaparecía. Mientras ascendíamos, me di cuenta de la presión. Las fuerzas gravitacionales tirando de mí. Las g's. Había un instrumento que nos decía cuántas g estábamos experimentando. A dos g, intenté levantar el brazo y apenas pude hacerlo. A los tres g, sentí que me empujaban la cara hacia el asiento. No sé cuánto más podré soportar, pensé. ¿Me desmayaré? ¿Se me derretirá la cara en un montón de papilla? ¿Cuántos g's puede soportar mi cuerpo de noventa años?
Y luego, de repente, alivio. No hay g's. Cero. Ingravidez. Estábamos flotando.
Nos quitamos los arneses y empezamos a flotar. Los demás se pusieron a dar volteretas y a disfrutar de todos los efectos de la ingravidez. Yo no quería participar en eso. Quería, necesitaba llegar a la ventana lo más rápido posible para ver lo que había allí.
Miré hacia abajo y pude ver el agujero que nuestra nave espacial había hecho en la fina capa de oxígeno teñida de azul que rodeaba la Tierra. Era como si hubiera una estela detrás de donde acabábamos de estar, y tan pronto como lo había notado, había desaparecido.
Continué mi recorrido autoguiado y giré la cabeza para mirar en la otra dirección, para mirar el espacio. Me encanta el misterio del universo. Me encantan todas las preguntas que nos han llegado a lo largo de miles de años de exploración e hipótesis. Estrellas que explotan hace años, su luz viajando hasta nosotros años después; agujeros negros que absorben energía; satélites que nos muestran galaxias enteras en zonas que se creía carentes de materia por completo... todo eso me ha emocionado durante años... pero cuando miré en la dirección opuesta, hacia el espacio, no había ningún misterio, ningún asombro majestuoso que contemplar... todo lo que vi fue muerte.
Vi un vacío frío, oscuro y negro. Era diferente a cualquier negrura que se pueda ver o sentir en la Tierra. Era profunda, envolvente, que lo abarcaba todo. Me volví hacia la luz del hogar. Pude ver la curvatura de la Tierra, el beige del desierto, el blanco de las nubes y el azul del cielo. Era la vida. Vida que nutría, que sostenía. La Madre Tierra. Gaia. Y yo la estaba abandonando.
Todo lo que había pensado estaba mal. Todo lo que había esperado ver estaba equivocado.
Había pensado que ir al espacio sería la catarsis definitiva de esa conexión que había estado buscando entre todos los seres vivos, que estar allí arriba sería el siguiente paso hermoso para entender la armonía del universo. En la película "Contact", cuando el personaje de Jodie Foster va al espacio y mira al cielo, suelta un susurro asombrado: "Deberían haber enviado a un poeta". Yo tuve una experiencia diferente, porque descubrí que la belleza no está ahí fuera, está aquí abajo, con todos nosotros. Dejar eso atrás hizo que mi conexión con nuestro pequeño planeta fuera aún más profunda.
Fue uno de los sentimientos de dolor más fuertes con los que me he encontrado. El contraste entre la frialdad despiadada del espacio y la cálida nutrición de la Tierra me llenó de una tristeza abrumadora. Todos los días nos enfrentamos a la noticia de una mayor destrucción de la Tierra a manos nuestras: la extinción de especies animales, de la flora y la fauna . . cosas que tardaron cinco mil millones de años en evolucionar y que, de repente, no volveremos a ver por culpa de la interferencia de la humanidad. Me llenó de temor. Se suponía que mi viaje al espacio iba a ser una celebración; en cambio, me pareció un funeral.
Más tarde supe que no era el único que tenía esta sensación. Se llama "Efecto perspectiva" y no es raro entre los astronautas, como Yuri Gagarin, Michael Collins, Sally Ride y muchos otros. Esencialmente, cuando alguien viaja al espacio y ve la Tierra desde la órbita, la sensación de fragilidad del planeta se apodera de él de una manera inefable e instintiva. El autor Frank White acuñó el término por primera vez en 1987: "No hay fronteras o límites en nuestro planeta, excepto los que creamos en nuestras mentes o a través de los comportamientos humanos. Todas las ideas y conceptos que nos dividen cuando estamos en la superficie comienzan a desvanecerse desde la órbita y la luna. El resultado es un cambio en la visión del mundo, y en la identidad".
Puede cambiar la forma de ver el planeta, pero también otras cosas como países, etnias, religiones; puede provocar una reevaluación instantánea de nuestra armonía compartida y un cambio de enfoque hacia todas las cosas maravillosas que tenemos en común en lugar de lo que nos hace diferentes. Reforzó diez veces mi propia opinión sobre el poder de nuestro hermoso y misterioso enredo humano colectivo, y finalmente, devolvió un sentimiento de esperanza a mi corazón. En esta insignificancia que compartimos, tenemos un don que otras especies quizá no tengan: somos conscientes, no sólo de nuestra insignificancia, sino de la grandeza que nos rodea y que nos hace insignificantes. Eso nos permite quizás una oportunidad de volver a dedicarnos a nuestro planeta, a los demás, a la vida y al amor que nos rodea. Si aprovechamos esa oportunidad.
En este extracto exclusivo del nuevo libro de William Shatner, "Boldly Go: Reflections on a Life of Awe and Wonder", el actor de "Star Trek" reflexiona sobre su viaje al espacio en el transbordador Blue Origin de Jeff Bezos el 13 de octubre de 2021. A sus 90 años, Shatner se convirtió en la persona viva de más edad en viajar al espacio, pero como el actor y autor detalla a continuación, se sorprendió de su propia reacción a la experiencia.
Así que fui al espacio.
Nuestro grupo, formado por mí, el magnate de la tecnología Glen de Vries, la vicepresidenta de Blue Origin y antigua controladora de vuelos de la Estación Espacial Internacional de la NASA, Audrey Powers, y el antiguo ingeniero de la NASA, el Dr. Chris Boshuizen, había realizado varios simulacros y cursos de formación para prepararse, pero sólo se puede preparar hasta cierto punto para un viaje fuera de la atmósfera terrestre. Como si percibieran ese sentimiento en nuestro grupo, el equipo de tierra no dejó de tranquilizarnos durante el trayecto. "Todo va a ir bien. No os preocupéis por nada. Todo está bien". Claro, para ellos es fácil decirlo, pensé. Se quedan aquí en tierra.
Durante nuestra preparación, habíamos subido once pisos del pórtico para ver cómo sería cuando el cohete estuviera allí. Luego nos acompañaron a una gruesa sala de cemento con tanques de oxígeno. "¿Para qué es esta sala?" pregunté despreocupadamente.
"Oh, ustedes entrarán aquí si el cohete explota", respondió con la misma indiferencia un compañero de Blue Origin.
Ajá. Una sala de seguridad. A once pisos de altura. En caso de que el cohete explote.
Bueno, al menos han pensado en ello.
Cuando por fin llegó el día, no podía quitarme el Hindenburg de la cabeza. No lo suficiente como para cancelar, por supuesto, me considero un profesional, y estaba reservado. El espectáculo tenía que continuar.
Nos situamos dentro de la cápsula. Tienes que atarte en un orden específico. En el simulador, no lo hice siempre, así que mientras estaba sentado, esperando el despegue, la importancia de navegar por la ingravidez para volver y atarse al asiento correctamente estaba en mi mente.
Eso, y el accidente del Hindenburg.
Entonces se produjo un retraso.
"Lo siento, amigos, hay una pequeña anomalía en el motor. Sólo serán unos momentos".
¡¿Una anomalía en el motor?! Eso suena un poco serio, ¿no?
Una anomalía es algo que no pertenece. ¡¿Qué hay actualmente en el motor que no pertenece allí?!
Y lo que es más importante, ¿por qué nos dicen eso? Hay un momento para la honestidad sin tapujos. Lo entiendo. Este no lo era.
Aparentemente, la anomalía no era demasiado preocupante, porque treinta segundos más tarde, nos autorizaron a despegar y comenzó la cuenta atrás. Con todo el ruido, el fuego y la furia asistentes, despegamos. Pude ver cómo la Tierra desaparecía. Mientras ascendíamos, me di cuenta de la presión. Las fuerzas gravitacionales tirando de mí. Las g's. Había un instrumento que nos decía cuántas g estábamos experimentando. A dos g, intenté levantar el brazo y apenas pude hacerlo. A los tres g, sentí que me empujaban la cara hacia el asiento. No sé cuánto más podré soportar, pensé. ¿Me desmayaré? ¿Se me derretirá la cara en un montón de papilla? ¿Cuántos g's puede soportar mi cuerpo de noventa años?
Y luego, de repente, alivio. No hay g's. Cero. Ingravidez. Estábamos flotando.
Nos quitamos los arneses y empezamos a flotar. Los demás se pusieron a dar volteretas y a disfrutar de todos los efectos de la ingravidez. Yo no quería participar en eso. Quería, necesitaba llegar a la ventana lo más rápido posible para ver lo que había allí.
Miré hacia abajo y pude ver el agujero que nuestra nave espacial había hecho en la fina capa de oxígeno teñida de azul que rodeaba la Tierra. Era como si hubiera una estela detrás de donde acabábamos de estar, y tan pronto como lo había notado, había desaparecido.
Continué mi recorrido autoguiado y giré la cabeza para mirar en la otra dirección, para mirar el espacio. Me encanta el misterio del universo. Me encantan todas las preguntas que nos han llegado a lo largo de miles de años de exploración e hipótesis. Estrellas que explotan hace años, su luz viajando hasta nosotros años después; agujeros negros que absorben energía; satélites que nos muestran galaxias enteras en zonas que se creía carentes de materia por completo... todo eso me ha emocionado durante años... pero cuando miré en la dirección opuesta, hacia el espacio, no había ningún misterio, ningún asombro majestuoso que contemplar... todo lo que vi fue muerte.
Vi un vacío frío, oscuro y negro. Era diferente a cualquier negrura que se pueda ver o sentir en la Tierra. Era profunda, envolvente, que lo abarcaba todo. Me volví hacia la luz del hogar. Pude ver la curvatura de la Tierra, el beige del desierto, el blanco de las nubes y el azul del cielo. Era la vida. Vida que nutría, que sostenía. La Madre Tierra. Gaia. Y yo la estaba abandonando.
Todo lo que había pensado estaba mal. Todo lo que había esperado ver estaba equivocado.
Había pensado que ir al espacio sería la catarsis definitiva de esa conexión que había estado buscando entre todos los seres vivos, que estar allí arriba sería el siguiente paso hermoso para entender la armonía del universo. En la película "Contact", cuando el personaje de Jodie Foster va al espacio y mira al cielo, suelta un susurro asombrado: "Deberían haber enviado a un poeta". Yo tuve una experiencia diferente, porque descubrí que la belleza no está ahí fuera, está aquí abajo, con todos nosotros. Dejar eso atrás hizo que mi conexión con nuestro pequeño planeta fuera aún más profunda.
Fue uno de los sentimientos de dolor más fuertes con los que me he encontrado. El contraste entre la frialdad despiadada del espacio y la cálida nutrición de la Tierra me llenó de una tristeza abrumadora. Todos los días nos enfrentamos a la noticia de una mayor destrucción de la Tierra a manos nuestras: la extinción de especies animales, de la flora y la fauna . . cosas que tardaron cinco mil millones de años en evolucionar y que, de repente, no volveremos a ver por culpa de la interferencia de la humanidad. Me llenó de temor. Se suponía que mi viaje al espacio iba a ser una celebración; en cambio, me pareció un funeral.
Más tarde supe que no era el único que tenía esta sensación. Se llama "Efecto perspectiva" y no es raro entre los astronautas, como Yuri Gagarin, Michael Collins, Sally Ride y muchos otros. Esencialmente, cuando alguien viaja al espacio y ve la Tierra desde la órbita, la sensación de fragilidad del planeta se apodera de él de una manera inefable e instintiva. El autor Frank White acuñó el término por primera vez en 1987: "No hay fronteras o límites en nuestro planeta, excepto los que creamos en nuestras mentes o a través de los comportamientos humanos. Todas las ideas y conceptos que nos dividen cuando estamos en la superficie comienzan a desvanecerse desde la órbita y la luna. El resultado es un cambio en la visión del mundo, y en la identidad".
Puede cambiar la forma de ver el planeta, pero también otras cosas como países, etnias, religiones; puede provocar una reevaluación instantánea de nuestra armonía compartida y un cambio de enfoque hacia todas las cosas maravillosas que tenemos en común en lugar de lo que nos hace diferentes. Reforzó diez veces mi propia opinión sobre el poder de nuestro hermoso y misterioso enredo humano colectivo, y finalmente, devolvió un sentimiento de esperanza a mi corazón. En esta insignificancia que compartimos, tenemos un don que otras especies quizá no tengan: somos conscientes, no sólo de nuestra insignificancia, sino de la grandeza que nos rodea y que nos hace insignificantes. Eso nos permite quizás una oportunidad de volver a dedicarnos a nuestro planeta, a los demás, a la vida y al amor que nos rodea. Si aprovechamos esa oportunidad.
#2:
Una reflexión muy conmovedora. Me encanta la idea de que el Capitan Kirk haya viajado al espacio a los 90 años.
Dicho esto, no soporto el turismo espacial. Están las elites presionándonos para que vayamos a trabajar en transporte público, y mientras gastamos toneladas de recursos en que los ricos vean el espacio por capricho.
Dicho esto, no soporto el turismo espacial. Están las elites presionándonos para que vayamos a trabajar en transporte público, y mientras gastamos toneladas de recursos en que los ricos vean el espacio por capricho.
#5:
#2 Esas toneladas de recursos que dices que tenemos que gastar para que los ricos vayan al espacio son, a fin de cuentas, recursos naturales del planeta que arrancamos de forma salvaje para nuestros fines. Resulta paradójico que tengamos que destruir la tierra para escapar de ella, cuando precisamente la tierra es el único lugar de todo el universo conocido en el que el ser humano puede vivir sin el tan famoso soporte vital de las naves espaciales.
La tierra, además de nuestro planeta, nuestro planeta de origen y nuestra proveedora de refugio y alimento es también nuestra única y preciosa balsa salvavidas. Tenemos que cuidarla, protegerla y preservarla y no ahogarla y ensuciarla, como hacemos ahora.
Nadie tira basuras en su cocina ni orina en su depósito de agua en el que beben sus hijos no rocía con veneno la comida de la nevera... o al menos eso es lo que creen los listos y avanzados terrícolas. La tierra entera es su cocina, su despensa y su estercolero.
La tierra, además de nuestro planeta, nuestro planeta de origen y nuestra proveedora de refugio y alimento es también nuestra única y preciosa balsa salvavidas. Tenemos que cuidarla, protegerla y preservarla y no ahogarla y ensuciarla, como hacemos ahora.
Nadie tira basuras en su cocina ni orina en su depósito de agua en el que beben sus hijos no rocía con veneno la comida de la nevera... o al menos eso es lo que creen los listos y avanzados terrícolas. La tierra entera es su cocina, su despensa y su estercolero.
#4:
Supongo que en el imaginario colectivo el espacio está lleno de bellas imágenes como las que nos dejan el Hubble o ahora el James Webb, cuando en realidad lo que hay es una cantidad inimaginable de espacio vacío. Oscuridad.
Es un poco la lección que aprendes cuando comienzas a dar tus primeros pasos en la astronomía y enfocas tu telescopio a Júpiter, Saturno o Andrómeda. Te da una gran lección de humildad y de apreciación de lo afortunados que somos de habitar este planeta.
Es un poco la lección que aprendes cuando comienzas a dar tus primeros pasos en la astronomía y enfocas tu telescopio a Júpiter, Saturno o Andrómeda. Te da una gran lección de humildad y de apreciación de lo afortunados que somos de habitar este planeta.
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Traducción automática:
En este extracto exclusivo del nuevo libro de William Shatner, "Boldly Go: Reflections on a Life of Awe and Wonder", el actor de "Star Trek" reflexiona sobre su viaje al espacio en el transbordador Blue Origin de Jeff Bezos el 13 de octubre de 2021. A sus 90 años, Shatner se convirtió en la persona viva de más edad en viajar al espacio, pero como el actor y autor detalla a continuación, se sorprendió de su propia reacción a la experiencia.
Así que fui al espacio.
Nuestro grupo, formado por mí, el magnate de la tecnología Glen de Vries, la vicepresidenta de Blue Origin y antigua controladora de vuelos de la Estación Espacial Internacional de la NASA, Audrey Powers, y el antiguo ingeniero de la NASA, el Dr. Chris Boshuizen, había realizado varios simulacros y cursos de formación para prepararse, pero sólo se puede preparar hasta cierto punto para un viaje fuera de la atmósfera terrestre. Como si percibieran ese sentimiento en nuestro grupo, el equipo de tierra no dejó de tranquilizarnos durante el trayecto. "Todo va a ir bien. No os preocupéis por nada. Todo está bien". Claro, para ellos es fácil decirlo, pensé. Se quedan aquí en tierra.
Durante nuestra preparación, habíamos subido once pisos del pórtico para ver cómo sería cuando el cohete estuviera allí. Luego nos acompañaron a una gruesa sala de cemento con tanques de oxígeno. "¿Para qué es esta sala?" pregunté despreocupadamente.
"Oh, ustedes entrarán aquí si el cohete explota", respondió con la misma indiferencia un compañero de Blue Origin.
Ajá. Una sala de seguridad. A once pisos de altura. En caso de que el cohete explote.
Bueno, al menos han pensado en ello.
Cuando por fin llegó el día, no podía quitarme el Hindenburg de la cabeza. No lo suficiente como para cancelar, por supuesto, me considero un profesional, y estaba reservado. El espectáculo tenía que continuar.
Nos situamos dentro de la cápsula. Tienes que atarte en un orden específico. En el simulador, no lo hice siempre, así que mientras estaba sentado, esperando el despegue, la importancia de navegar por la ingravidez para volver y atarse al asiento correctamente estaba en mi mente.
Eso, y el accidente del Hindenburg.
Entonces se produjo un retraso.
"Lo siento, amigos, hay una pequeña anomalía en el motor. Sólo serán unos momentos".
¡¿Una anomalía en el motor?! Eso suena un poco serio, ¿no?
Una anomalía es algo que no pertenece. ¡¿Qué hay actualmente en el motor que no pertenece allí?!
Y lo que es más importante, ¿por qué nos dicen eso? Hay un momento para la honestidad sin tapujos. Lo entiendo. Este no lo era.
Aparentemente, la anomalía no era demasiado preocupante, porque treinta segundos más tarde, nos autorizaron a despegar y comenzó la cuenta atrás. Con todo el ruido, el fuego y la furia asistentes, despegamos. Pude ver cómo la Tierra desaparecía. Mientras ascendíamos, me di cuenta de la presión. Las fuerzas gravitacionales tirando de mí. Las g's. Había un instrumento que nos decía cuántas g estábamos experimentando. A dos g, intenté levantar el brazo y apenas pude hacerlo. A los tres g, sentí que me empujaban la cara hacia el asiento. No sé cuánto más podré soportar, pensé. ¿Me desmayaré? ¿Se me derretirá la cara en un montón de papilla? ¿Cuántos g's puede soportar mi cuerpo de noventa años?
Y luego, de repente, alivio. No hay g's. Cero. Ingravidez. Estábamos flotando.
Nos quitamos los arneses y empezamos a flotar. Los demás se pusieron a dar volteretas y a disfrutar de todos los efectos de la ingravidez. Yo no quería participar en eso. Quería, necesitaba llegar a la ventana lo más rápido posible para ver lo que había allí.
Miré hacia abajo y pude ver el agujero que nuestra nave espacial había hecho en la fina capa de oxígeno teñida de azul que rodeaba la Tierra. Era como si hubiera una estela detrás de donde acabábamos de estar, y tan pronto como lo había notado, había desaparecido.
Continué mi recorrido autoguiado y giré la cabeza para mirar en la otra dirección, para mirar el espacio. Me encanta el misterio del universo. Me encantan todas las preguntas que nos han llegado a lo largo de miles de años de exploración e hipótesis. Estrellas que explotan hace años, su luz viajando hasta nosotros años después; agujeros negros que absorben energía; satélites que nos muestran galaxias enteras en zonas que se creía carentes de materia por completo... todo eso me ha emocionado durante años... pero cuando miré en la dirección opuesta, hacia el espacio, no había ningún misterio, ningún asombro majestuoso que contemplar... todo lo que vi fue muerte.
Vi un vacío frío, oscuro y negro. Era diferente a cualquier negrura que se pueda ver o sentir en la Tierra. Era profunda, envolvente, que lo abarcaba todo. Me volví hacia la luz del hogar. Pude ver la curvatura de la Tierra, el beige del desierto, el blanco de las nubes y el azul del cielo. Era la vida. Vida que nutría, que sostenía. La Madre Tierra. Gaia. Y yo la estaba abandonando.
Todo lo que había pensado estaba mal. Todo lo que había esperado ver estaba equivocado.
Había pensado que ir al espacio sería la catarsis definitiva de esa conexión que había estado buscando entre todos los seres vivos, que estar allí arriba sería el siguiente paso hermoso para entender la armonía del universo. En la película "Contact", cuando el personaje de Jodie Foster va al espacio y mira al cielo, suelta un susurro asombrado: "Deberían haber enviado a un poeta". Yo tuve una experiencia diferente, porque descubrí que la belleza no está ahí fuera, está aquí abajo, con todos nosotros. Dejar eso atrás hizo que mi conexión con nuestro pequeño planeta fuera aún más profunda.
Fue uno de los sentimientos de dolor más fuertes con los que me he encontrado. El contraste entre la frialdad despiadada del espacio y la cálida nutrición de la Tierra me llenó de una tristeza abrumadora. Todos los días nos enfrentamos a la noticia de una mayor destrucción de la Tierra a manos nuestras: la extinción de especies animales, de la flora y la fauna . . cosas que tardaron cinco mil millones de años en evolucionar y que, de repente, no volveremos a ver por culpa de la interferencia de la humanidad. Me llenó de temor. Se suponía que mi viaje al espacio iba a ser una celebración; en cambio, me pareció un funeral.
Más tarde supe que no era el único que tenía esta sensación. Se llama "Efecto perspectiva" y no es raro entre los astronautas, como Yuri Gagarin, Michael Collins, Sally Ride y muchos otros. Esencialmente, cuando alguien viaja al espacio y ve la Tierra desde la órbita, la sensación de fragilidad del planeta se apodera de él de una manera inefable e instintiva. El autor Frank White acuñó el término por primera vez en 1987: "No hay fronteras o límites en nuestro planeta, excepto los que creamos en nuestras mentes o a través de los comportamientos humanos. Todas las ideas y conceptos que nos dividen cuando estamos en la superficie comienzan a desvanecerse desde la órbita y la luna. El resultado es un cambio en la visión del mundo, y en la identidad".
Puede cambiar la forma de ver el planeta, pero también otras cosas como países, etnias, religiones; puede provocar una reevaluación instantánea de nuestra armonía compartida y un cambio de enfoque hacia todas las cosas maravillosas que tenemos en común en lugar de lo que nos hace diferentes. Reforzó diez veces mi propia opinión sobre el poder de nuestro hermoso y misterioso enredo humano colectivo, y finalmente, devolvió un sentimiento de esperanza a mi corazón. En esta insignificancia que compartimos, tenemos un don que otras especies quizá no tengan: somos conscientes, no sólo de nuestra insignificancia, sino de la grandeza que nos rodea y que nos hace insignificantes. Eso nos permite quizás una oportunidad de volver a dedicarnos a nuestro planeta, a los demás, a la vida y al amor que nos rodea. Si aprovechamos esa oportunidad.
Una reflexión muy conmovedora. Me encanta la idea de que el Capitan Kirk haya viajado al espacio a los 90 años.
Dicho esto, no soporto el turismo espacial. Están las elites presionándonos para que vayamos a trabajar en transporte público, y mientras gastamos toneladas de recursos en que los ricos vean el espacio por capricho.
#2 Esas toneladas de recursos que dices que tenemos que gastar para que los ricos vayan al espacio son, a fin de cuentas, recursos naturales del planeta que arrancamos de forma salvaje para nuestros fines. Resulta paradójico que tengamos que destruir la tierra para escapar de ella, cuando precisamente la tierra es el único lugar de todo el universo conocido en el que el ser humano puede vivir sin el tan famoso soporte vital de las naves espaciales.
La tierra, además de nuestro planeta, nuestro planeta de origen y nuestra proveedora de refugio y alimento es también nuestra única y preciosa balsa salvavidas. Tenemos que cuidarla, protegerla y preservarla y no ahogarla y ensuciarla, como hacemos ahora.
Nadie tira basuras en su cocina ni orina en su depósito de agua en el que beben sus hijos no rocía con veneno la comida de la nevera... o al menos eso es lo que creen los listos y avanzados terrícolas. La tierra entera es su cocina, su despensa y su estercolero.
#5 bueno, la tierra está condenada igualmente, si no es un meteorito será el sol.
Creo que lo mejor que podríamos hacer es repartir la vida compleja por la galaxia, antes de que se extinga aquí.
Porque se va a extinguir, con nuestra contribución o sin ella.
#2 Es que deberían prohibirlo. Esas cosas por ciencia, investigación, etc. Perfecto. ¿Pero para que alguien se de el caprichito?
#7 en lugar de mandar a una perra para hacer pruebas mandamos a ricos que encima pagan por ello y te quejas...
#2 Deberíamos mandar masivamente a la gente al espacio, a ver si les cambia la visión del mundo.
#13 a muchos solo viaje de ida
#15 Ostracismo espacial, anacrónico a la par que innovador.
#13 mucho más económico e igual de efectivo: recorrer mundo y nada de hoteles occidentales
#2 ricos malos. Que vayan al mcdonald's y que no hagan nada de lo que tu no puedes hacer.
#18 De momento que no me manden a sus lacayos a cosernos a impuestos por todo lo que transporta gente porque "contamina", mientras le quitan impuestos a los jets privados porque "son para trabajar".
Que le han subido los impuestos a los aviones que llevan a cientos de personas, mientras se los han bajado a los que llevan una.
Cabréese al menos.
Europa: los jets privados no pagarán la tasa ambiental
Europa: los jets privados no pagarán la tasa ambie...
preferente.com#2 y que quieres que hagan con su dinero??
Se compren más yates, eso te parecería más productivo?
Venga, ponte a dar ideas de lo que deberían hacer los ricos que sí soportes.
#2 No todo el mundo es retrasado en meneame, bien!
#2 Y la idea de usar el transporte público es maravillosa. El coche privado no es un derecho constitucional.
El drama viene cuando te fuerzan a usar el transporte público pero los gobiernos no quieren pagarlo porque subvencionar a las grandes fábricas de coches da muchos más votos, cuando no quieren poner infraestructuras para que puedas ir en patinete o bici sin que te chafe un camión, cuando te juegas la salud yendo en metro porque dicen que no hay dinero para pagar trenes y maquinistas, cuando quieren que vayas en coche porque así pagas más impuestos, etc, etc...
#2 no es sólo el despilfarro de recursos, es lo que contamina un puto cohete para simplemente darse un garbeo orbital!!! Pero eso, tú separa plastiquitos y ves en bus, que contaminas mucho
Supongo que en el imaginario colectivo el espacio está lleno de bellas imágenes como las que nos dejan el Hubble o ahora el James Webb, cuando en realidad lo que hay es una cantidad inimaginable de espacio vacío. Oscuridad.
Es un poco la lección que aprendes cuando comienzas a dar tus primeros pasos en la astronomía y enfocas tu telescopio a Júpiter, Saturno o Andrómeda. Te da una gran lección de humildad y de apreciación de lo afortunados que somos de habitar este planeta.
#4 Bellas imágenes que encima están "trucadas" para darles un colorido que no tienen a nuestros ojos.
#16 a ver, entre eso de trucar y ver la pantalla de verdad.. pues es exactamente igual que hace tu móvil o una cámara digital - aunque no te lo creas. De funciones matemáticas a pixeles de uno u otro color.
Evidentemente, una pantalla a lo matrix no vende al público - que es al final , quién sufraga el tema...así que se lo tienes que poner fácil y a su nivel para ello
#21 No es lo mismo, a muchas fotos les añaden colores de espectros no visibles, por razones científicas, que nunca veríamos en la vida real.
#31 Siendo estrictos, eso también lo hace tu móvil. El canal rojo del sensor incorpora parte del espectro de infrarrojo cercano. Puedes comprobarlo enfocando el led de un mando a distancia. Más aún, algunos modelos de patrón de filtros incluyen celdas "desnudas" (sin filtro) que permiten la entrada de la máxima cantidad de luz, en cualquier frecuencia (cualquiera en la que el sensor sea sensible), en condiciones de baja luminosidad.
#21 Yo diría que muchas de esas imágenes "bonitas" no rebajan en absoluto el nivel (y probablemente ni siquiera hayan sido específicamente creadas para un público general). La inspección visual por un operador humano sigue siendo una herramienta de investigación básica.
#16 ya basta de bulos antinasa.
#16 A nuestros ojos es que no podríamos ver más que una zona nubosa. Con una cámara puedes apreciar los detalles y los colores que nosotros no podemos porque los fotones que nos llegan son tan pocos que no llegan a excitar los conos y bastones de nuestros ojos de manera que pudieramos ver una imagen nítida y colorida.
Las nebulosas y galaxias se pueden ver en color real, y tienen colores. Las fotos del Hubble y del James webb se "colorean" para mostrar los distintos componentes o longitudes de onda en las que emiten esos objetos, y así podemos ver también cosas que no podemos ver con nuestros ojos pero que por ejemplo una mariposa si podría porque tienen receptores para luz ultravioleta por ejemplo.
Es decir, el coloreado no es un "trucaje". Es una forma de poder estudiar la imagen basándonos en las distintas frecuencias de emisión electromagnética de esos objetos.
Y evidentemente, y esto ocurre mucho entre los astrofotógrafos, todos intentan hacer que sus imágenes sobresalgan del resto y hacen procesados que muestran los detalles muy realzados o colores muy brillantes. La NASA hace lo mismo: Publica unas fotos más "apetecibles" para el público general, y luego publica los datos desde los que se pueden obtener luego imágenes completas.
Y te puedo asegurar que si ves los datos, verás lo mismo que en las imágenes que llamas "trucadas" sólo que en blanco y negro y "por partes" ya que sólo son imágenes de una pequeña porción del espectro.
#41 ¿Me lo dices o me lo cuentas?. Porque a eso me refiero con lo de "trucaje".
Espero que haya maneras menos costosas energética y ambientalmente hablando de superar la cosmobobería que nos instalaron con la guerra fría, los escritores de pseudo ciencia ficción y los guionistas de Hollywood. El espacio es lo más parecido al infierno que imaginaron los hombres ya desde los babilonios. Las ensoñaciones de conquistas espaciales, piruetas estelares, viajes entre galaxias, terraformaciones de mundos y contactos con otras inteligencias no son más que proyecciones de la ambición capitalista por depredar los recursos que aquí comienzan a declinar. La Humanidad debe levantarse contra esas ensoñaciones de depredación y aplastarlas para volcar absolutamente todos sus esfuerzos en mantener la habitabilidad del único hogar posible para la vida tal y como existe de hecho.
Buenísimo, uno de los mejores artículos que he leído en muuuucho tiempo
Quién me iba a decir que el capitán Kirk, que siempre me pareció un cachocarne revientamonjas, sea un tío con esa sensibilidad y honestidad, con alguien que lleva más de 50 años en el mundo del cartón-piedra me ha sorprendido y encantado a la vez
Me quedo con esa sensación que describe porque además me cuadra, siempre he querido ir al espacio y sé que no lo haré salvo con la mente e imaginación
Miramos fuera y lejos cuando lo más precioso y frágil está a nuestros pies
#25 Efectivamente solo iras al espacio en sueños, porque es el unico lugar en el que existe.
#49 ¡¡¡ Oño, Un terraplanista !!!
#50 Tu quien eres, ¿un hipopótamo tragabolas?
#53 Me has pillado con el carrito del helado y parecías tonto oye
Muahahahahhahha
La sensación de estar perdido en el espacio en una roca que se desplaza a 30km por segundo debe ser inmensa desde allí arriba. Aquí abajo la gente piensa que vive en el universo.
turismo espacial, una subnormalidad que caerá por su propio peso
#10 Si no llega a ponerse en órbita ...seguro.
#11 una órbita es una caída dilatada en el tiempo.
#29 Se sobre entendía que tiene que ser geoestacionaria.
Vale pero.. Queda mejor viendo las imágenes.
Oye, estoy viendo Shatner en el espacio. Echa un vistazo ahora en Prime Video
#14 Vaya comida de polla al amigo Jeff Bezos en formato panorámico.
#30 jajaja, ya no existe.
En la película "Contact", cuando el personaje de Jodie Foster va al espacio y mira al cielo, suelta un susurro asombrado: "Deberían haber enviado a un poeta".
No le hubiera hecho falta... con sacar la grabadora y empezar: "Cuaderno de bitácora, aquí Capitan Kirk, día estelar...siento un tremendo vacío al salir de la atmosfera terrestre...( y todo el texto ) "
https://4.bp.blogspot.com/-GVrEJk_TRB8/UcNrdW8z65I/AAAAAAAAAC8/vE98rAq7tnU/s1600/kirkdaggerofthemind.jpg
Imagino el espacio como el mar abierto: algo anodino y ligeramente angustiante.
Todos convivimos en una casa común y en vez de protegerla hay quien se empecina en destruir lo que es de todos.
Una reacción muy interesante. Me recuerda un poco a la primera vez que hice senderismo en serio. En lugar de relajarme con el paisaje y disfrutar de la naturaleza me empezó a entrar algo de miedo, porque me dí cuenta de que me había metido en un desierto sin comida, agua ni ayuda en muchos kilómetros a la redonda. La seguridad que siento al pasear por la ciudad, donde todo está acondicionado para mi comodidad y puedes encontrar lo que necesites a la vuelta de la esquina se me esfumó de golpe.
Si todo el mundo pudiera subir y ver la Tierra entera durante un minuto, habría menos guerras y nacionalismos.
Supongo que esto es la izquierda: un anciano amargado y ofendido por todo en portada, y un montón de meneantes envidiando y hablando de prohibir el turismo espacial.
Resulta curioso:
"Nuestro grupo, formado por mí," Se menciona él en primer lugar, mal asunto
Le dan recomendaciones de seguridad y piensa, como gruñón: "laro, para ellos es fácil decirlo, pensé. Se quedan aquí en tierra."
Le dicen que hay un pequeño incidente, y le parece mal: "Hay un momento para la honestidad sin tapujos. Lo entiendo. Este no lo era."
Victimismo "Eso, y el accidente del Hindenburg."
Y así todo.
Vaya tipejo insoportable.
#23 Es el puto Capitán Kirk!, 😁
Ojalá pudiéramos todos ver desde lejos nuestra roca esférica en medio de tantas estrellas y galaxias. Debe de ser una buena cura para los que nos creemos algo más que virus anodinos sobre una mota de polvo en medio de todo.
Enorme artículo, según lo estaba leyendo me parecía que era el Capitán Kirk desde la nave Enterprise el que me estaba hablando.
Positivo al canto.
Quizas sea un metodo efectivo de tratar la sociopatia.
Maravilloso como cambia nuestra forma de pensar al cambiar la perspectiva desde la que vemos las cosas. Esto se puede aplicar a casi cualquier cosa.
En este caso, es maravilloso ver la Tierra como un conjunto, pequeña, frágil y llena de vida. Si fuéramos conscientes de ello, seguro nos comportaríamos de otra manera.
Algun divulgador superlisto que explique porque no hay estrellas en el espacio mas que en las pelis de Disney/NASA?
#48 Es que la pintura fosforita se diluye en el vacío...
Pero eso no te lo cuentan
#48 tu tienes un telescopio?
#55 si. por que?
Otra vez se confirma que no hay estrellas en el espacio. Las estrellas no son lo que nos miente la NASA. estan aqui cerca.
Lo unico que merece la pena del texto del viejo de mierda este, es el comentario de que en contact decia: "deberian haber mandado a un poeta". Y estoy de acuerdo. O a un cientiifico de verdad. Pero no. Prefieren mandar millonarios descerebrados.
#17 he leido tus comentarios porque pensaba que estabas trolleando, pero no, estas como las maracas de Machin
#20 Sabes cuanto me importa tu opinion? Nada.