Hace 7 meses | Por doctoragridulce a jotdown.es
Publicado hace 7 meses por doctoragridulce a jotdown.es

«Cuando sea mayor fumaré opio». Su nombre es William Lee, un hombre de clase alta, que ha viajado por el mundo, pero que vive una evidente decadencia, evidenció desde joven su poco apego a los convencionalismos sociales, su carácter sibarita, su homosexualidad y su curiosa inclinación a probar varios tipos de drogas, la heroína, sobre todo, que lo llevará al punto más bajo de su existencia. «¿Qué es lo que hace que un hombre se convierta en un drogadicto?», se pregunta el autor en el libro.

Comentarios

JAMG

Muy buen artículo 

F

#2 Disfruto un montón los artículos de esta revista, el deporte no me interesa para nada, pero los devoro sin conocimiento y de hecho me encantan, no me entiendo.

#6 Los de historia del ajedrez estan muy muy bien. Y me pasa lo mismo, me cuesta diferenciar como se mueve un caballo de una torre lol lol lol

a

Hay mucha gente que usa la heroína con mesura y conocimiento durante años sin ningún problema y después hay gilipollas que toman drogas sin informarse y haciéndose daño, curiosamente siempre salen el los medios de comunicación estos últimos mientras que los sensatos nadie los menciona y parecería que no existen, incluso que no pueden existir.

Jesulisto

#7 Es mi opinión y muy discutible, la droga en la juventud es una maldición, en la vejez, una bendición.

s

Es un libro que a día de hoy se puede leer con mucha perspectiva histórica y disfrutarlo. Pero en 1977 mucha gente lo utilizaba como un manual para adentrarse en el mundo freak post-hippie español. No existía información sobre la heroína, se veía como algo que te otorgaba un halo de distinción. No era fácil encontrar en Mallorca, se consumía en círculos cerrados.El tráfico era muy aficionado, la traía gente que viajaba a la India, Nepal, Tailandia y con ello se pagaba el viaje y la estancia incluso un coche o una moto. Si estabas introducido podias conseguirla de calidad y engancharte. Lo recuerdo bien, porque el hermano mayor de un amigo y compañero de clase formaba parte de aquella tribu. Había probado la heroína en Londres y enganchado en la India. Eran casi todos miembros de familias acaudaladas, se pasaban el día en la terraza de un conocido bar de Palma, vestían con holgadas camisas de hilo, vaqueros desteñidos acampanados, pelo largo y barba, se perfumaban con patchouli y usaban cestas de esparto donde llevaban por supuesto Junkie, El capital de Marx, libros de Kropotkin, Kerouac, Ginsberg, algunos en inglés, los ponían sobre la mesa para dar el pego. Ahora me río porque me hace gracia, pero en aquel tiempo lo encontraba alucinante, me fascinaba, tendría unos 17 años. El hermano de mi amigo murió tres años después de una "hepatitis mal curada", que era la causa oficial de cualquier muerte provocada por la heroína, aunque el realmente murió de sobredosis en la cama de su habitación. Todo se llevaba con mucho secretismo y las familias lo ocultaban. De aquel incipiente grupo freak, calculo que más del 60% fallecieron antes de acabar la década de los 80. De los que teníamos 17-18 en aquel tiempo la mayoría estábamos muy influidos por aquel grupo, sus discos, Velvet Underground, Lou Read, David Bowie, Hendrix, Janis Joplin, etc. y también los libros, muchos se engancharon a la heroína sin la mas mínima información sobre las consecuencias. Yo me salvé, porque lo que me gustaba era el alcohol y las anfetas, dexedrina espansul (maravillosa) y la centramina (buenisima) y tambien me impactó la muerte del hermano de mi amigo al que tambien conocia. Mucha gente se enganchó leyendo Junkie. Luego llego el punk, la new wave y la gente se enganchó de una manera, más salvaje, menos poética y abonada por una extraña forma de desesperanza. Mas del 50% de mis amigos de finales de los 70 y principios de los 80 murieron directa o indirectamente por la heroína. La desinformación causó estragos.

ciriaquitas

Leí de adolescente Yonqui y El almuerzo desnudo y me gustaron mucho, pero Nova Express se me hizo bola.

Cotard

“La navidad de un yonky” un gran corto de este autor.

MirandesOnline

Novios?

maxmalkav

Una de esas colaboraciones improbables es la de William S. Burroughs con la banda Ministry en la canción "Just one fix" y su videoclip.

En la biografía de Al Jourgensen cuenta como durante la grabación del Psalm 69 (donde ya es un junkie descontrolado) se embarca en un road trip para convencer a Burroughs para colaborar con la banda, incluyendo tener que pillar jaco en medio de la nada del Medio Oeste, chutarse con Burroughs usando su kit de agujas sacadas de los años 50 y dar metadona a unos mapaches. Decadencia y metal industrial.

El vídeo en cuestión: