Hace 2 años | Por Thornton a madridandyou.com
Publicado hace 2 años por Thornton a madridandyou.com

Su enorme altura (23 metros) lo convirtió en el lugar ideal para estos fines casi desde su inauguración en 1875, pues ya una semana después de ésta los periódicos daban la noticia del primer suicidio y del segundo ocho días más tarde. Ambos serían sólo los primeros de una larga lista que iría forjando la triste leyenda del viaducto como destino por excelencia para los madrileños que eligen poner fin a su vida.

Comentarios

Mi padre conocía a alguien, que trabajaba de portero al lado, y dice que tenía una manta en la portería para tapar a los que se tiraban. No me quiero imaginar el horror de llegar a normalizarlo tanto.

mahuer

#1 has hablado alguna vez con un conductor de metro? Una pista, si un metro sufre un retraso, pues imagina que puede ser.

#2 Buah, me acabo de acordar de un par de artículos sobre eso mismo, y no me lo puedo ni imaginar