Hace 9 años | Por --274795-- a playgroundmag.net
Publicado hace 9 años por --274795-- a playgroundmag.net

Un día, una mujer de 101 años aceptó posar ante la fotógrafa estadounidense Anastasia Pottinger con una condición: que no se la pudiera identificar en las imágenes. Pottinger eligió usar el zoom, los planos cerrados y de detalle como método para aproximarse a ella. El resultado sorprendió a la misma fotógrafa: las ampliaciones en blanco y negro de los poros, las marcas y arrugas trasladaban los patrones de la piel a la abstracción.

Comentarios

D

¿Belleza? Simplemente son las ganas de una fotógrafa por llamar la atención. La vejez es espantosa. No creo que le guste a nadie ser viejo.