En 1810, el explorador escocés Mungo Park le contó al escritor español José María Blanco-White una triste historia que vivió personalmente mientras viajaba en una caravana negrera. Iba en ella una joven esclava llamada Nilí que resultó malherida por un ataque de abejas. Pese al intento de los esclavistas por curarla y obligarla a seguir, le resultó imposible estaba en un estado lamentable. Aunque algunos recomendaron matarla, al final la dejaron abandonada... lo que venía ser lo mismo porque no tardaría en ser devorada por las fieras.
Comentarios
Otro ejemplo más de la increíble “humanidad” de la soberbia Humanidad.
Mas bien me imagino que eso ocurre cuando se deshumaniza a ciertos colectivos humanos y no se les tiene en consideracion, acabando asi con cualquier tipo de empatia.
A otro nivel pero se ven los mismos comportamientos en muchos trabajos, como perdir o amenazar con el despido por pillar una baja.