Cuando un niño comienza a profundizar en la historia del deporte rey, uno de los detalles que más le llama la atención es el atuendo de los guardametas del primer tercio del siglo XX. Las gorras, las rodilleras y los jerséis; esos suéteres de lana de punto gordo y cuello vuelto. No es para menos. Practicar deporte con uno de aquellos pulóveres que tanto debían de picar. Tan calurosos en primavera como incómodos y pesados ante un aguacero. Aquellos jerséis —mayoritariamente tejidos en tonos oscuros— eran los que vestían Jimmy Thorpe y colegas...
Comentarios
Enhorabuena por el artículo, pero menudo tostón.
Resumen, antiguamente se zurraban, pero bien. Casco un jugador por ello y desde entonces no se pueden liar a palos.
Qué bestias!!! Los delanteros no tenían piedad