Hubo un tiempo, no muy lejano, en el que a los niños no se les prestaba demasiada atención. Si los adultos hablaban debían guardar silencio, si tenían una rabieta eran ignorados hasta que se les pasara y si estaban aburridos se les daba vía libre para que se entretuvieran como consideraran más oportuno. De hecho, el escritor inglés D.H. Lawrence creía que lo mejor para el bienestar de los niños era no hacerles demasiado caso. Tenía tres reglas para educarlos: “dejarlos en paz, dejarlos en paz y dejarlos en paz”.
Comentarios
Buen aporte, haber si algunos padres se ven reflejados y reflexionan
#0 #1 ¿¿Buen aporte?? Es un C&P de un articulo de otro blog que ni siquiera menciona, enviado por un usuario con un historial de spam de noticias de blogs que huelen a mierda a la legua... de hecho no estaría de mas que un@admin le echase un ojo, porque a todas luces parece un intento de recibir visitas usando material robado a otros autores.
Por cierto, si a alguien le interesa el articulo original: http://www.rinconpsicologia.com/2016/03/padres-helicoptero-que-vuelan-sobre-sus.html
#1 A ver.
Tenía tres reglas para educarlos: “dejarlos en paz, dejarlos en paz y dejarlos en paz”.
No sé si aceptar consejos de alguien que si bien parece que sí sabe lo que es el número tres, no queda claro si sabe lo que es el número uno.
He estado en un bar y habia varios niños helicoptero, sus papas hacian landing mientras. El resto del bar estaba hasta los huevos.
Coñazo de palabras de manuales de autoayuda.