Las diferencias entre hombres y mujeres tanto en mortandad como en admisiones en un servicio de urgencias son bien conocidas. Entre las causas están los daños fortuitos, las lesiones haciendo deporte o los accidentes de tráfico. Algunas de esas diferencias entre sexos pueden ser debidas a factores culturales o socioeconómicos: los hombres participan más en deportes de contacto y de riesgo y la mayoría de los puestos de trabajo con posibilidades de sufrir un accidente están ocupados por hombres.
Comentarios
#3 Pues me temo que esto sigue siendo así incluso hoy en día y entre padres que se las dan de modernos e igualitarios. Lo he visto incluso con niños muy pequeños: si una niña se cae y llora, se le consuela y se le hacen mimos. Si es un niño, se le anima a pasar por alto el susto y el dolor y a seguir jugando. Si una niña muestra miedo ante algo inofensivo (un perro por ejemplo), se acepta y los padres le cogen en brazos. Si es un niño, se le anima a ser valiente y si es muy miedoso, los padres se sienten incómodos y se ven en la necesidad de "justificar" la actitud del niño.
#4 si no digo que no se de, digo que es realmente triste que obliguemos a ciertos comportamientos en función del sexo y no de otros factores mucho más lógicos, como es la personalidad...
#5 o reprimir a un niño con comportamientos asociados a la feminidad
Creo que los hombres sufren más accidentes tontos (descartando como dicen en el artículo los derivados de deportes o trabajo) porque desde pequeños se nos educa para ser valientes y superar nuestros miedos. Si una niña no se atreve a montarse en el pony, no pasa nada, pero si es un niño sus padres insistirán (sobre todo el padre) hasta que se suba al puto pony. Así los niños crecen con la idea de que hay que superar los miedos y lo que es peor, que se puede juzgar a los demás por no atreverse a hacer ciertas cosas. Como consecuencia, el día en que alguien dice "a que no hay huevos de..." todos nos sentimos obligados a no quedarnos atrás, a cumplir al menos tanto como los demás.
#2 pues no me digas que no es bien triste forzar a un crío a subirse al pony o dejar que una niña se escabulla de todo aquello que le crea el más mínimo desazón.
Si se cría a los niños de modo diferente, no sé cómo esperamos que de adultos no haya diferencias
Los datos estan, las inferencias...