Hace 1 año | Por Andaui a ethic.es
Publicado hace 1 año por Andaui a ethic.es

Ruben Östlund (Styrsö, 1974) es experto en sacarnos los colores: sus películas suelen retratar a personas que pierden la compostura en situaciones extremas, algo que lleva al paroxismo en la última, ‘El triángulo de la tristeza’, una suerte de ‘El señor de las moscas’ protagonizado por adultos ricos y pobres que, debido a un hecho inesperado, se ven obligados a cambiar los roles.

Comentarios

sotillo

Con las próximas, con las anteriores y con la suya, sobra a partir de “ con…”

D

«Somos una sociedad individualista e insolidaria con las próximas generaciones»

Ese comentario, a la luz de los altos estándares éticos e intelectuales sentados por la gente superética y superlista de Menéame, me parece aporófobo, además de obviador de la dimensión cultural, por ser irrespetuoso con todas esas personas, superéticas y superlistas, que simplemente ejercen su legítimo, legal y fundamental derecho humano y progenitor, además de su cultura, de considerar que la pobreza, la precariedad y el subdesarrollo son circunstancias estupendas y maravillosas, tan estupendas y maravillosas como para incluso hacer nacer, y criar, a sus propios hijos en ellas, a que sus hijos se las agradezcan tanto como ellas, esas personas progenitoras, también agradecen la pobreza, la precariedad y el subdesarrollo a sus padres.

Y es que en esto precisamente debe consistir la convivencia en una sociedad civilizada: en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, marcos culturales, y diversidades ideológicas, de opiniones, de preferencias, de criterios progenitores y de principios éticos de cada cual, aunque pudieran no coincidir con los nuestros.

d

Me gustó mucho su última película, pero este tío vive en Mallorca, se pasea por Saint-Moritz y se va a esquiar a Davos. Un poco hipócrita. Eso sí, espero que siga haciendo el mismo tipo de cine y no se rinda a los blockbusters.

Desde luego, ya lo veremos cuando crezcan, han visto como tratamos a los mayores en pandemia, como pasamos de los crios y los hemos usado para nuestro bien y ponemos mas interes en los bichos, cuando crezcan y les pidamos algo...ya sabemos a donde nos van a mandar