Hace 7 años | Por harlam a filosofiaenlared.com
Publicado hace 7 años por harlam a filosofiaenlared.com

En la mayoría de los sistemas judiciales (no sé si en todos), en cada caso hay una parte defensora y otra acusadora. A cada parte se le dota de incentivos para cumplir su misión lo mejor posible. El abogado defensor se juega su reputación y su dinero. Lo mismo el fiscal. De este antagonismo se espera que salgan a relucir toda la información y pruebas relevantes para que el juez pueda dictaminar con justicia. Sería absurdo decir que el abogado es el bueno y el fiscal el malo, o al revés. Ambos son necesarios para que el sistema funcione según lo