Hace 10 meses | Por MatiasElTostao a elpais.com
Publicado hace 10 meses por MatiasElTostao a elpais.com

Antonia Singla dejó de oír cuando era un bebé. Una enfermedad la dejó sorda, pero esta circunstancia no le impidió convertirse en una de las mayores bailaoras flamencas de la historia. Interiorizó el compás para marcar el ritmo con sus pies. Se movía con rabia y triunfó en toda Europa. Era la estrella de carteles que incluían los nombres de Camarón, Paco de Lucía o El Lebrijano. Giró con Ella Fitzgerald. Posó para Dalí. Marcel Duchamp la admiró y Jean Cocteau dijo de ella que “escupía fuego por la boca y lo apagaba con los pies”.

Comentarios

jdmf

Vaya, el programa de Radio3 que acaba de finalizar quién mismo, han hablado todo el problema de ella, Flamencos y pelicanos

M

#1 Sí, lo he escuchado ahí y he buscado una notica para compartirlo porque creo que merece la pena conocer la historia