Hace 9 años | Por --457369-- a yorokobu.es
Publicado hace 9 años por --457369-- a yorokobu.es

Cuando Stephanie Chaves tenía cuatro años, su profesora le hizo dibujar a su familia. «Nos imaginé a todos en la playa» rememora «y a mi padre le puse un tanga rojo. No tengo ni idea de dónde lo saqué, mi padre no lleva tangas rojos» comenta. Lejos de ser una anécdota, este dibujo se convirtió en una premonición. Provocación y color, dos de los elementos más representativos de esta artista, se manifestaban prematuramente. Era un adelanto de lo que estaba por llegar.