La ardilla fue el primer mamífero, el animal primitivo del que descendieron todos los demás. Desde el ciervo, una ardilla tremendamente coqueta; hasta el ser humano, una ardilla bípeda que descubrió pronto el fuego.
En todo caso de un bicho que no podríamos catalogar como ardilla según los parámetros actuales. Porque no, el humano no desciende ni del chimpancé ni del gorila, todos son el último eslabón a partir de un antecesor común. Por lo demás tan correcto como decir que todos descendemos del moco primigenio.
De todas formas, la coincidencia es de chiripa.
Este artículo es una auténtica basura:
Fantasea con la idea de que el hombre descienda de las ardillas. ¿No es una figuración un poco maliciosa?
Es tan maliciosa como pensar que desciende del mono o de una lagartija.
¿Por qué no iba a ser verdad esta historia alternativa que plantea?
En la ficción, todo es verdad. Desde luego, se trata de una verdad que no tiene una relación de adecuación con lo real, pero sí de desplazamiento, condensación, inversión, torsión.
[...]
¿Qué pensaría si en las librerías pusieran su libro junto a ‘El Origen de las especies’ de Charles Darwin?
Me sentiría muy feliz, pero a condición de compartir una mesa o una estantería en el sector literatura, para reparar una vez por todas el injusto olvido de Darwin, uno de los mejores novelistas del siglo XIX.
Si tuviera que elegir, ¿la lectura de ‘La extinción de las especies’ iría antes o después de la obra de Darwin? Tenga en cuenta que a día de hoy el Darwinismo sigue recibiendo muchas críticas.
Después, por supuesto, pero como si estuviera antes. La literatura se alimenta de los manjares servidos por las pseudo-teorías científicas, como la alquimia, la astrología, el darwinismo, el psicoanálisis y hasta las tediosas neurociencias.
Técnicamente incorrecto. Digamos que descendemos de un antepasado común que se parecía más a las actuales ardillas que a ningún otro mamífero no extinto. Pero no eran ardillas.
Comentarios
@sacreew aprueba este meneo.
¿No veis como mi filia es de lo más normal? Estoy esperando vuestras disculpas.
#1 y todos los que se lo montaban con primates que se lo vayan replanteando...
#1 Visionario
#1 Si las prefieres muertas sigue siendo necrofilia, querido.
#7 Pero convendrás que ya es un escalafón más cercano a lo que se considera "normal".
#1@sacreew fue quien empezó. ¿Dónde andará?
#9 Creo que se presento por Cs en Cuenca.
En todo caso de un bicho que no podríamos catalogar como ardilla según los parámetros actuales. Porque no, el humano no desciende ni del chimpancé ni del gorila, todos son el último eslabón a partir de un antecesor común. Por lo demás tan correcto como decir que todos descendemos del moco primigenio.
#5 https://es.wikipedia.org/wiki/Purgatorius
Se parece asombrosamente, pero no es una ardilla.
De todas formas, la coincidencia es de chiripa.
Este artículo es una auténtica basura:
Fantasea con la idea de que el hombre descienda de las ardillas. ¿No es una figuración un poco maliciosa?
Es tan maliciosa como pensar que desciende del mono o de una lagartija.
¿Por qué no iba a ser verdad esta historia alternativa que plantea?
En la ficción, todo es verdad. Desde luego, se trata de una verdad que no tiene una relación de adecuación con lo real, pero sí de desplazamiento, condensación, inversión, torsión.
[...]
¿Qué pensaría si en las librerías pusieran su libro junto a ‘El Origen de las especies’ de Charles Darwin?
Me sentiría muy feliz, pero a condición de compartir una mesa o una estantería en el sector literatura, para reparar una vez por todas el injusto olvido de Darwin, uno de los mejores novelistas del siglo XIX.
Si tuviera que elegir, ¿la lectura de ‘La extinción de las especies’ iría antes o después de la obra de Darwin? Tenga en cuenta que a día de hoy el Darwinismo sigue recibiendo muchas críticas.
Después, por supuesto, pero como si estuviera antes. La literatura se alimenta de los manjares servidos por las pseudo-teorías científicas, como la alquimia, la astrología, el darwinismo, el psicoanálisis y hasta las tediosas neurociencias.
Técnicamente incorrecto. Digamos que descendemos de un antepasado común que se parecía más a las actuales ardillas que a ningún otro mamífero no extinto. Pero no eran ardillas.