OnlyFans, la plataforma británica que aloja contenido primordialmente erótico realizado por sus propios usuarios, ha comenzado a patrocinar a deportistas españolas de alto rendimiento en disciplinas minoritarias. El objetivo es limpiar la imagen de un negocio con fama discutible, aprovechando que los patrocinios resultan fundamentales para que estas atletas puedan continuar compitiendo profesionalmente. Una situación de dependencia (mutua, aunque está claro quien maneja el dinero aquí) que ha levantado las primeras suspicacias.