Tanto The New York Times como The Economist constatan una tendencia creciente en Estados Unidos: las empresas están despidiendo a sus perfiles más juniors gracias a la implementación de la IA. La lógica parece evidente: estas herramientas ya hacen buena parte de lo que tradicionalmente hacía un perfil joven dentro de una compañía. Lo que algunos han leído como la estocada final a una generación que sufre para abrirse paso. La IA automatiza tareas básicas, reduce plantillas, ahorra costes y alimenta una idea tentadora: “no necesitamos juniors”.