Meskalamdug, héroe de la buena tierra, no aparece en las grandes listas de reyes. Sin embargo, su legado, forjado en oro y lapislázuli, ha desafiado a la historia y ha dividido a los arqueólogos durante un siglo. Esta es la historia de un yelmo dorado, un sello real y un enigma enterrado en el Cementerio Real de Ur.