La falta de rodaje administrativo de Vox ha acabado costándoles 34.345 euros. La razón es clara, las subvenciones otorgadas por las Cortes a los grupos parlamentarios solo pueden destinarse a financiar su actividad institucional. Si parte del dinero no se utiliza, debe devolverse a la propia Cámara. Únicamente puede transferirse a la formación política si existe un convenio de colaboración que detalle qué servicios presta el partido al grupo y cuál es su coste. Vox, a diferencia de PSOE y PP, no elaboró ese convenio de forma válida.