Se trata del símbolo de Artists4Ceasefire, un colectivo de artistas y defensores que se han unido para responder a la crisis humanitaria que se desata en Israel y Palestina, que pide un alto el fuego del conflicto. Esta acción se suma a los 8.000 cineastas y actores que ha decidido negarse a trabajar con empresas israelíes que estén "implicadas en el genocidio contra Palestina". "Nos comprometemos a no proyectar películas, aparecer o trabajar de otro modo con instituciones cinematográficas israelíes que estén implicadas en el genocidio"