La Real Academia Española (RAE) es una de las instituciones más antiguas del país. Con más de tres siglos de historia, su avance hacia la igualdad de género, al igual que en otros organismos españoles, es relativamente reciente y actualmente solo hay siete mujeres académicas de un total de 46 miembros. Hablamos con su director, Santiago Muñoz Machado, de algunas cuestiones como el lenguaje inclusivo con motivo de la reciente publicación de ‘Cervantes’, su nuevo libro: una biografía del autor del Quijote.
Comentarios
Entonces, ¿será posible conseguir la paridad en la RAE?
Claro que será posible. Solo tienen que pasar dos cosas: que los académicos se mueran a buen ritmo (risas) –porque somos vitalicios– y que cuando haya vacantes aparezcan mujeres que reúnan las condiciones que se pidan a cada caso y a cada perfil. Y las habrá.
La RAE y los Amigues me comen los huevos a partes iguales.
Hay más además de ese titular, ojo
Lo de la pardidad parece algo importantísimo en todas partes menos en el Ministerio de Igualdad... es curioso.
#8 Y en las guarderías, y en los andamios.
¿Acaso no tiene (putera) madre?
Inclusivo es el masculino genérico y no es inclusivo siempre el desdoblamiento de género.
Tiene unos cojones masculinos inclusivos genéricos como un piano de grandes, el señoro machista este.
#4 tiene una opinión y no es necesario menoscabarla sin argumentos.
#5 Si, si es necesario menoscabar la opinión de este payaso machista. Ya lo creo que es necesario. Que se ría de su putero padre.
#4 y si fuese al revés habría quien se quejaría de qué el masculino es una forma exclusiva mientras que el femenino se diluye con el neutro.
Quien quiere sentir un agravio encuentra muy fácilmente la manera.
Y este comentario es un buen ejemplo de que se puede utilizar un lenguaje inclusivo sin necesidad de recurrir el desdoblamiento de género que es, en la mayoría de los casos, totalmente innecesario. El idioma ya te da las herramientas.
#7 De hecho así pasa en alemania, donde el plural die, die, die es igual al singular femenino der, die, das
Pero es incluso más grave, porque en alemán hay género neutro con forma propia, en ocasiones ante una palabra neutra perfectamente inclusiva tienen que desdoblarla inventando palabras masculina y femenina.