Amamos patriarcalmente. Amamos democráticamente. Amamos como los capitalistas: con el ansia voraz de poseer al objeto de amor, con el ansia brutal del que colecciona piezas de caza. Nos conquistamos, nos endulzamos, nos fusionamos, nos separamos, nos destruimos mutuamente… nuestra forma de amar está impregnada de ideología, como cualquier fenómeno social y cultural. El amor romántico que heredamos de la burguesía del siglo XIX está basado en los patrones del individualismo más atroz: que nos machaquen con la idea de que debemos unirnos...
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Gran artículo. De todas las revoluciones, la sexual es la más necesaria. O bien deberíamos decir, la del amor.
Como dice el artículo, se vende un estereotipo del amor, que es siempre el mismo: la pareja heterosexual que comparte un proyecto de vida. Y es como si ese fuese el amor "correcto", "normal" y todo lo demás desviaciones que son más o menos consentidas siempre y cuando en la madurez se llegue a la "correcta". Ahora gracias al matrimonio homosexual se ha ampliado el concepto y poco a poco se acepta socialmente a la pareja gay como normalizada. Pero es la misma mierda: la pareja. Lo correcto en el amor es vivir en pareja, por lo menos una a la vez y cualquier cosa que se salga de eso no es amor.
Como apunta el artículo, es más facil controlar y manejar a grupos individualistas de parejas que a comunidades que se amen los unos a los otros. Da que pensar.
Muy interesante, vale, pero en una sociedad tan horizontal y colectiva, ¿qué haces si no aguantas al que tienes al lado? ¿Qué pasa con las personas malas, los aprovechados, los asquerosos, los repugnantes? ¿Qué pasa cuando te gusta alguien que no te presta atención? ¿Qué haces cuando el repugnante eres tu?
Las personas clasificamos el mundo en dicotomías. En un extremo lo deseable, en el otro aquello que debemos rechazar. En un mundo donde todo es igual, ¿cómo nos orientamos?
No creo que sea posible. Las personas no somos jerárquicas por imperativo social, lo somos porque la evolución nos ha moldeado así, porque en lo más profundo de nosotros ya está el germen de las estructuras jerarquizadas, por que la naturaleza funciona así. Ella misma establece una jerarquía al considerar que una sociedad horizontal sería mejor que una sociedad jerárquica. Simplemente no podemos ni imaginar cómo sería una sociedad como esa.
#1 Yo soy de la misma impresión respecto a la jerarquización. No se puede amar a tu vecina como a una amiga, mismamente. Ya no hablamos de un compañero de trabajo.
Siempre hay un nosotros y un ellos, necesitamos una categorización social que nos aclare cual es nuestro lugar.
Respecto del amor romántico, creo que se confunde con el lado consumista o el estereotipo que venden los medios. Y todos somos libres de seguirlo o no.
Bajo mi punto de vista si que habría una concepción errónea: la de los san valentines, los principes azules, bodas exageradas y , en general, todo lo que cuentan las historias románticas infantiles.
División del romanticismo donde un hombre hace regalos y la mujer las tareas domésticas y tiene que cumplir con unos cánones vendría a responder a esta guía que se nos hace desde el consumo y la estructura social anticuada.
Pero también existen parejas con unos gestos más subjetivos, que van desde ayudarse en casa, con los problemas a experimentar y tener una intimidad que los hace crecer como personas. La división de roles domésticos no es consecuencia de que haya parejas, sino de una educación y unos mensajes sociales desfasados.
Yo no he tenido problemas de roles con la persona con la que estoy, por ejemplo. Unas veces yo doy más, otras tira más él. De las tareas, del ánimo y de la relación.
En nuestro modo de ver, no hay finales felices, puesto que eso significaría que hay etapas que deben terminar. Si estamos juntos, el objetivo no es el final, sino que cada día estemos a gusto y felices.
Hay que dejar de lado esa concepción incorrecta de que existen las parejas perfectas en sentido literal. Existe llevar la vida con quien quieres y disfrutarlo lo más posible.
Pensar que, al conocernos, cada vez nos desmitificamos más entre nosotros y , a pesar de eso,nos aporta más a nuestra vida estar juntos y no nos cambiaríamos por otra vida.