Hace 6 años | Por ccguy a lapiedradesisifo.com
Publicado hace 6 años por ccguy a lapiedradesisifo.com

La tragedia de la desaparición de una especie es nuestra, no suya. A nosotros nos da pena. Nos sentimos culpables o nos sorprende cuando sabemos que una especie va a extinguirse. Sin embargo, es improbable que al último rinoceronte le preocupase esto. En su lugar, debía preguntarse por qué estaba solo. [...] ¿Dónde estaban todos los demás? ¿Por qué no conseguía dar con ellos? Sudán recorría a diario y en semilibertad los terrenos libres de cazadores de Ol Pejeta, quizá preguntándose si pronto vería a otro rinoceronte blanco pastando.

Comentarios

D

Bueno, la especie ha estado millones de años comportándose según le dictaba su instinto de supervivencia. No sobrevives millones de años queriendo extinguirte. No le daría tan igual extinguirse.

Por otra parte, para nosotros no es una cuestión meramente sentimental: a nivel de nuestros intereses científicos y de progreso no será tan irrelevante una pérdida como esta, cuando aún no teníamos, ni mucho menos, un conocimiento exhaustivo sobre la especie ni sobre su papel ecológico.

Pero podemos probar a seguir erradicando especies animales, si nos parece que ellas no tienen instinto de supervivencia y que su pérdida será irrelevante para nosotros. Es tan fácil como coger tu escopetita y te vas al monte a hacer tu teatrillo de tipo duro.

N

A mí me da rabia pero no siento ni la más mínima cupabilidad. Los responsables son los sinvergüenzas que han perseguido al animal y la gente que pudiendo evitarlo, no ha hecho nada.

p

Nos llevan años de ventaja. Vamos detrás por el mismo camino. Quizá dando algún rodeo.

R

Bueno, supongo que al autor del hilo le dará igual extinguirse. El problema es que a su familia le dará pena, pero eso es problema de su familia. Tampoco se notará su ausencia.

No sé, me da la impresión de que quería buscar la emoción con eso de buscar la culpabilidad en el ser humano y creo que se queda muy lejos de la cuestión. No miente en lo que dice, pero la forma en el que lo expresa puede extenderse a todos los casos hasta poder afirmar que la vida no importa, que si el planeta explota el universo sigue su curso y que la vida le preocupa a los vivos. Cierto es, pero es que eso es la vida. Al final todo se resume a las consecuencias, al sentirse mal. No hay excepción, no hay por qué tener pesos distintos. Al igual que al rinoceronte no le preocupa la extinción sino el sentirse mal por estar solo, al ser humano le preocupa la extinción sino el sentirse mal por las consecuencias de la destrucción de los ecosistemas. Si lo reduce al absurdo que lo reduzca todo, y al final llegamos todos al mismo punto. Que nada realmente importa pero a todos nos importa.

Pauerman

¡Bah! ¿Qué más da? Como les da igual extinguirse acabemos con ellos a balazos y consigamos sus cuernos para ponernos palotes.

Noctambulista

Maldita medicina china, nos vamos al cuerno como se sigan haciendo con los recursos.