Empezaron a llegar las calesas con los cardenales y para que no se mojaran con la nieve que estaba cayendo, los iba a buscar un sacristán con un gran paraguas
El purpurado Schulz opinaba, mientras tomaba una cerveza de una de las bandejas que le ofrecían, que no podemos emplear a mujeres sopranos, porque los papas habían prohibido que la mujer cantara en la iglesia, y además hace un siglo, cuando se popularizaron las prácticas polifónicas, que requieren voces femeninas, las mujeres no pueden cantar en coros eclesiásticos. Por eso comenzamos a necesitar la voz de castrados y su angelical voz.
Cualquier maldad puede ser justificada por supuestas verdades sagradas.
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El purpurado Schulz opinaba, mientras tomaba una cerveza de una de las bandejas que le ofrecían, que no podemos emplear a mujeres sopranos, porque los papas habían prohibido que la mujer cantara en la iglesia, y además hace un siglo, cuando se popularizaron las prácticas polifónicas, que requieren voces femeninas, las mujeres no pueden cantar en coros eclesiásticos. Por eso comenzamos a necesitar la voz de castrados y su angelical voz.
Cualquier maldad puede ser justificada por supuestas verdades sagradas.